El Banco de México (Banxico) ajustó a la baja su pronóstico sobre el crecimiento económico del país para 2018 y 2019, primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y señaló que el balance de riesgos para la inflación se ha deteriorado ante tensiones que pueden derivarse de políticas que pudieran conducir a cambios profundos en la economía.
- Te recomendamos AMLO propondrá a Gerardo Esquivel como subgobernador del Banxico Negocios
De acuerdo con el informe trimestral del organismo central, correspondiente al lapso julio-septiembre del año en curso, para 2018 el estimado de crecimiento se redujo de un rango previo de entre 2 y 2.6 por ciento a otro entre 2 y 2.4 por ciento; para 2019 el intervalo pasó de entre 1.8 y 2.8 por ciento, a entre 1.7 y 2.7 por ciento.
Para 2020, el Banxico estima un mejor desempeño de la economía mexicana, al establecer un rango de crecimiento entre 2 y 3 por ciento.
El banco central indicó que el balance de riesgos para el crecimiento desde una perspectiva cíclica del país continúa sesgado a la baja y se considera que se ha deteriorado en el margen.
Entre los principales riesgos para el crecimiento destaca que permanezca o se deteriore el ambiente de incertidumbre que ha venido afectando a la inversión; que se retrase la ratificación e implementación del acuerdo comercial alcanzado con estados Unidos y Canadá; y que el escalamiento de las medidas proteccionistas a nivel mundial afecte adversamente el crecimiento, la inversión y el comercio a nivel global, en detrimento de la actividad económica en México.
Otros riesgos se relacionan con episodios de volatilidad en los mercados financieros internacionales y que la ejecución del gasto público se vea retrasada ante los retos de la implementación de la agenda de política pública asociados con el comienzo de una nueva administración.
- Te recomendamos Banxico ve ‘riesgo importante’ en las políticas de AMLO Negocios
Así, el organismo central resaltó que la economía mexicana enfrenta diversos riesgos que no sólo podrían afectar su crecimiento cíclico, sino que también podrían incidir negativamente sobre su potencial de crecimiento en el mediano y largo plazos, entre los que destaca que las decisiones de política pública generen preocupación en los mercados y una pérdida de la confianza en México como destino de inversión.
Asimismo, que se acentúen los problemas de inseguridad pública, de corrupción, de impunidad y de falta de estado de derecho es un factor negativo para la economía nacional.
Para la inflación, el Banxico prevé que se aproxime hacia el objetivo de 3 por ciento a lo largo de 2019, ubicándose durante el primer semestre de 2020 alrededor de dicho objetivo.
Los mayores riesgos para la inflación se relacionan con presiones en la cotización de la moneda nacional, tanto por mayores tasas de interés externas, como por otros factores externos e internos.
Asimismo, la persistencia de presiones en los precios de los energéticos o incrementos en los de los productos agropecuarios es un factor de riesgo, aunado a un escalamiento de medidas proteccionistas y compensatorias a nivel global, deterioro de las finanzas públicas, y que las negociaciones salariales no sean congruentes con las ganancias en productividad.
GGA