El proceso de desinflación aún se mantiene con incertidumbre en sus componentes, por lo que la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) aseguró que el actuar del banco central debe ser con “cautela” para no hacer ajustes “prematuros” en su tasa de referencia.
En el documento de las minutas de la decisión de política monetaria del pasado 28 de septiembre (previo al conflicto armado en Medio Oriente), la Junta de Gobierno decidió mantener la tasa de referencia del Banxico en 11.25 por ciento por cuarta vez consecutiva y consideró que será necesario mantener la tasa de referencia en su nivel actual durante un periodo prolongado.
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De acuerdo con la minuta, la mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno reconocieron que la mayor contribución al descenso de la inflación general provino del componente no subyacente, que incluye productos y servicios con precios volátiles.
Al respecto, se enfatizó que se ha “corrido con suerte” ya que los precios de este componente no responden a las acciones de política monetaria y es altamente probable que se observe una tendencia alcista de los mismos. Agregó que, por ello, se requerirá una mayor atención en la dinámica del componente subyacente.
Se señaló además, que la inflación de mercancías ha disminuido de manera más notoria que la de servicios. A pesar de su descenso, la inflación subyacente se mantiene en niveles aún elevados. Además se destacó que exhibe un comportamiento persistente.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en septiembre la inflación alcanzó un nivel de 4.45 por ciento, su nivel más bajo para la inflación desde febrero de 2021, así como del octavo mes consecutivo en descenso.
Las presiones para la inflación son internas como consecuencia del apretamiento del mercado laboral, así como el dinamismo de la demanda agregada. Otro factor que genera incertidumbre son las presiones que podría causar el acotado espacio fiscal planteado en el Paquete Económico 2024, entre ellos se encuentra la trayectoria de los apoyos a Pemex.
“Bajo este enfoque de cautela es crucial analizar la información que se va acumulando sobre la dinámica de los choques y de sus efectos. Ello se requiere para evitar recortes de la tasa de referencia que resulten prematuros o más rápidos de lo necesario y que, en consecuencia, comprometan la trayectoria descendente de la inflación”.
srgs