BBVA señaló que los efectos adversos de la recesión económica sobre el sistema bancario al momento se mantienen acotados a los terrenos de la rentabilidad y de la desaceleración de sus actividades de intermediación.
De acuerdo con el Informe Situación Banca, correspondiente al segundo semestre de 2020, hacia delante, particularmente ante el vencimiento de los programas de apoyo de las autoridades financieras, se espera un incremento en los incumplimientos de pago de créditos.
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Sin embargo, esto no pone en riesgo la estabilidad del sistema en su conjunto, pues la acumulación de provisiones en meses recientes y el incremento en su capital neto han contribuido a reforzar su solvencia y liquidez.
BBVA indicó que tras un par de meses de crecimiento inusual, como consecuencia de un repunte de la demanda de liquidez por motivos prudenciales, la dinámica del financiamiento y la captación bancarias se ha visto influida predominantemente por la caída de la actividad económica.
Explicó que la estabilización de la preferencia por activos líquidos por parte de consumidores y empresas ha llevado a que la actividad de depósitos y préstamos de la banca muestre una desaceleración claramente relacionada con los efectos de las pérdidas de empleo, la caída en la inversión y los menores ingresos actuales y esperados por parte de las empresas.
No obstante, pese a este complejo entorno económico, los niveles de solvencia (ICAP de 17.2 por ciento en septiembre) y de liquidez (CCL mediana de 224.8 por ciento en el tercer trimestre de 2020) de la banca se mantienen sólidos.
Influidos por varias medidas de apoyo por parte de las autoridades financieras, como el programa de Criterios Contables Especiales (CCE), relajación de algunos requerimientos, entre otros, y la reasignación de una mayor cantidad de recursos a activos de alta liquidez y bajo riesgo crediticio como los valores gubernamentales.
lvm