BBVA México prevé un entorno económico complicado en los ingresos públicos para este año y 2021, de cara a la crisis económica y una menor recaudación, en los escenarios de caídas anuales del PIB real entre 7.0 y 12.0 por ciento en 2020 irían en detrimento de los ingresos tributarios e implicarían contracciones anuales reales en los ingresos públicos de entre 9.4 y 13.1 por ciento, respectivamente.
En un documento, el área de análisis del banco que encabeza Carlos Serrano señaló que los menores ingresos tributarios se reflejarían sobre un mayor déficit primario. Para cumplir con la meta de déficit primario de 0.4 por ciento del PIB para 2020 bajo el rango de contracción mencionado, el gobierno federal tendría que recortar el gasto público por 209 mil millones y 418 mil millones de pesos durante 2020, respectivamente.
Al primer trimestre del año, los ingresos públicos mostraron un crecimiento anual real de 9.2 por ciento, debido principalmente al favorable desempeño de los ingresos tributarios, apoyados por los esfuerzos del gobierno para combatir la evasión fiscal; sin embargo, la significativa contracción económica anticipada para 2020 puede terminar revirtiendo la tendencia positiva de este tipo de impuestos.
“Prevemos un entorno económico muy complicado para los ingresos públicos de 2020 y 2021. La fuerte contracción económica anticipada para este año causará pérdidas cuantiosas de recaudación tributaria a pesar de los mayores esfuerzos del gobierno federal por combatir la evasión y el fraude fiscal”.
BBVA agregó que consecuentemente, sería deseable que el gobierno federal implementara un paquete mucho más amplio de apoyos fiscales y reasignara el gasto público para frenar la caída de la actividad económica.
“Si bien reconocemos que el gobierno tiene un reducido espacio fiscal para hacer frente a los choques negativos actuales, creemos que la disciplina fiscal podría mantenerse con una propuesta de reforma fiscal que aumentara los ingresos tributarios y entrara en vigor una vez que la contingencia sanitaria haya quedado atrás”.
Ello, mencionó, permitiría tener una expansión fiscal contracíclica que puede representar hasta seis puntos porcentuales del PIB sin afectar la calificación soberana o la sostenibilidad de la deuda. Asimismo, una política fiscal contracíclica más efectiva también permitiría una recuperación económica más rápida que coadyuvaría al dinamismo de los ingresos tributarios, dijo.
“De manera contundente insistimos en que el gobierno federal diseñe una reforma fiscal que ayude a mitigar el riesgo de la pérdida del grado de inversión en la calificación crediticia soberana”, reiteró.
srgs