El banco español CaixaBank reportó un fuerte aumento de su beneficio neto con respecto al trimestre anterior, en el que se vio perjudicado por el coste de la reestructuración vinculada a la adquisición en marzo de su compatriota Bankia.
Entre julio y septiembre, el grupo bancario registró un beneficio de 744 millones de euros (865 millones de dólares), lo que supone un aumento del 33 por ciento respecto a la cifra del tercer trimestre de 2020.
Este resultado es superior a las previsiones de los analistas consultados por el proveedor de información financiera Factset, que esperaban un beneficio medio de 587 millones de euros.
En los nueve primeros meses del año, el gigante bancario obtuvo un beneficio neto de 2 mil millones de euros (2 mil 330 millones de dólares), 60 por ciento más que en 2020. Sumando a Bankia, esta cifra alcanza los 4 mil 800 millones de euros (5 mil 580 millones de dólares).
La fusión entre CaixaBank y Bankia dio lugar al primer banco español en términos de activos nacionales, aunque el Banco Santander y del BBVA siguen estando por delante en presencia internacional.
El nuevo grupo fusionado, que se llama CaixaBank a secas, cuenta ahora con más de 663 mil millones de activos y 21.1 millones de clientes en España y Portugal.
La fusión se tradujo en un plan de despidos que inicialmente abarcaba 8 mil 300 puestos de trabajo, pero que se redujo a 6 mil 500 tras el proceso de negociación con los sindicatos.
El banco gastó mil 800 millones de euros (2 mil 94 millones de dólares) para financiar esta supresión de empleos, y este gasto afectó notablemente a los resultados del segundo trimestre, que se saldó con una pérdida neta de 605 millones de euros (703 millones de dólares).
AMT/AMP