El uso de biodigestores para agricultores de pequeña escala, es una solución para que los productores puedan superar el alza que han tenido los combustibles y fertilizantes derivado de las tensiones geopolíticas, así como contribuir a la captura de carbono.
Los biodigestores son una solución mediante la cual en un recipiente herméticamente se pueden disponer residuos orgánicos, para que en su interior se realice una descomposición de la materia orgánica para generar biogás (que puede servir de combustible) y fertilizantes.
El director de operaciones y co-fundador de Sistema.bio, empresa que produce y comercializa estos insumos, Camilo Pages, señaló que el conflicto bélico en Europa y los efectos en los precios del petróleo y fertilizantes impulsará la venta de está tecnología.
"Tendrá un efecto para bien, porque buscamos que con nuestra tecnología, los pequeños productores tengan la opción de producir su propio fertilizante orgánico y utilizar el biogás como combustible", explicó en entrevista.
La tecnología aunque no es nueva, su uso en México es poco utilizada, aunque hay muchos casos en los que se puede pagar en 12 meses hasta 24 meses y la tecnología tiene una vida útil de más de 10 años. "Los primeros que instalamos hace 14 años siguen funcionando".
"Tenemos clientes que venden sus excedentes de producción de bio fertilizante, porque al final es bastante valioso. Hoy cualquiera que puede tener un equipo de esos, puede contribuir a mitigar los efectos del cambio climático con la captura de carbono".
Camilo Pages explicó que México sigue siendo un país en donde el desconocimiento de la tecnología es alto, pero buscan dar difusión a estás soluciones para que la gente en el campo lo vea como una infraestructura más dentro de su práctica agropecuaria.
"En México, por ejemplo, tenemos 5 mil sistemas instalados y en todo el mundo tenemos alrededor de 25 mil. Apuntamos a que este año instalemos alrededor de 25 mil a 30 mil unidades de las cuales en México pensamos que sea entre mil 500 y 2 mil unidades, a través de un programa que tenemos en el sureste ya con varios años, instalando en granjas familiares".
La empresa tiene operaciones en México, Colombia, Kenia y la India, estos dos últimos países son donde más se utiliza la tecnología de los biodigestores.
De acuerdo con el director de la presa, un pequeño biodigestor tiene un costo de entre 600 y 800 dólares, y en instalaciones más grandes que con multi reactores, el precio puede oscilar entre los 4 mil y 5 mil dólares.
"Cuando vamos con el productor le hacemos un análisis de sus consumos, de sus gastos, de su capacidad de producción y les presentamos un análisis del retorno de inversión adecuado al tamaño del biodigestor".
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