Para la directora general de la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), María Ariza, 2019 fue un año de alta incertidumbre por el contexto nacional e internacional, así como por una alta inseguridad; para 2020 confía en que el clima de inversión mejore, que la empresa que dirige amplíe su participación de mercado y que acompañe a inversionistas en procesos de financiamiento, pues ya tiene proyectos contemplados en distintos instrumentos financieros, incluidas emisiones accionarias
¿Cómo ve el próximo año?
El 2019 ya pasó, cerramos con un tinte que nos deja sentir que empezamos 2020 con una mejor cara, me gusta pensar que tenemos un país con muchísimas oportunidades, con empresas muy sólidas, con muchísimo talento. Me encuentro empresarios comprometidos, gente trabajadora y con emprendedores talentosísimos, oportunidades por todos lados y ese es el México con el que me quiero quedar.
¿Dónde estará BIVA en 2020?
BIVA viene a reforzar esa mentalidad de apoyar al empresario mexicano mediano, BIVA está complementando de manera muy importante el acompañamiento de las fuentes de fondeo bursátil. Cerramos 2019 con más de 70 mil millones de pesos financiados.
¿Cuáles son las expectativas para BIVA?
El 2020 será un año bien importante en términos de consolidación. Este año sembramos e hicimos una labor importante para que nos conocieran, que la gente entendiera que estamos haciendo una chamba bien seria, que estamos bien comprometidos y que traemos además un producto tecnológico de vanguardia, el mejor, pues en año y medio no hemos tenido una sola falla en el mercado porque traemos el mejor sistema de operaciones del mundo. Creemos que podemos llegar a 20 o 25 por ciento de participación en operaciones.
¿Ya tienen colocaciones para 2020?
Claro, de Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (Fibra), Fibra E, Certificados de Capital de Desarrollo (CKD), Certificados Bursátiles Fiduciarios de Proyectos de Inversión (CERPI), de acciones, pues ya sabemos cuál será la empresa que va a salir a bolsa, estamos con toda la energía.
¿Qué se necesita en 2020?
Para que haya crecimiento se necesita de inversión pública y privada, necesitamos que el gobierno aún con este proyecto de responsabilidad fiscal que trae, que nos parece muy adecuado, que haya todas las otras áreas de certidumbre, certeza jurídica, estado de derecho, que las conversaciones con la iniciativa privada sean realidad.
¿Cuáles son los riesgos?
Un tema importante es el de Petróleos Mexicanos, que hay que tener muy en el radar, ojalá se logre hacer a la empresa rentable y ojalá que logremos acompañarla como iniciativa privada con capital, con experiencia, pero es un foco amarillo. Otro tema es tener ambiente de seguridad y certidumbre; es lo que atrae el capital y es lo que le genera apetito a los inversionistas y ojalá que los proyectos de infraestructura tengan el sustento necesario, el apoyo de todos, el aval científico y de todas las áreas para que realmente sean proyectos que tengan futuro.
¿Cuál es su evaluación de 2019?
Yo creo que para todos fue un año sin duda complejo, hubo una coyuntura internacional que marcó definitivamente muchos espacios que se complicaron, como el tema comercial entre Estados Unidos y China que trajo mucha incertidumbre y desasosiego en inversionistas, también hablo del brexit y del T-MEC (Acuerdo México, Estados Unidos, Canadá), pero el tema nacional también fue complejo.
¿Por el comienzo de un nuevo gobierno?
Yo creo que toda esta nueva forma de hacer política, de tomar decisiones, de consensuarlas con el pueblo, la mañanera, las iniciativas que se están proponiendo, todo eso es una nueva manera de gobernar y todos tenemos que estar aprendiendo, tanto ellos, como nosotros, entonces creo que la curva de aprendizaje es natural, siempre es lenta, pero también aquí tenemos que aprender nosotros a ser gobernados distinto.
¿Qué causó incertidumbre?
El tema del aeropuerto definitivamente fue complejo, sobre todo por los contratos, qué iba a suceder; también los contratos de energía que ya se habían estipulado y estaban pactados, todo eso es realmente bien complejo para un inversionista; y luego viene todo de lo de proyectos de infraestructura que no necesariamente tienen todas las condiciones que un inversionista quisiera escuchar. Lo más importante que creo marcó este año es la parte de seguridad, todo lo que vivimos; los dos focos más importantes fueron lo de Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, y la familia LeBarón. La verdad es que estuvo lleno de un contexto nacional de muchísima violencia, eso también genera mucha incertidumbre y un ánimo distinto de inversión que no es propicio y abona a que haya una contracción de la inversión.
Factores positivos
Para Ariza que haya una política fiscal austera, una buena política monetaria y haber terminado el año con una nota positiva, así como el acuerdo de inversión privada en infraestructura, dan mayor certidumbre de que hay proyectos importantes que se concretarán el año que viene, los cuales utilizarán tanto capital, como expertise del gobierno y de la iniciativa privada.