Aunque las personas no celebran el Día de Acción de Gracias en países como Francia, Rusia, México o Sudáfrica, sí compran en el Black Friday, que a primera hora de este viernes dio inicio en diversas partes del mundo, en medio de protestas.
Para la edición de este año se espera que tan sólo en Estados Unidos más de 165 millones de personas realicen alguna compra, y la Federación Nacional de Minoristas estadunidense prevé ganancias por 731 mil millones de dólares, que podrían aumentar con el Cyber Monday.
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El evento de ofertas de Estados Unidos se ha extendido a minoristas de todo el mundo en los últimos años con tanta fuerza que está provocando una reacción violenta en activistas, políticos e incluso consumidores.
Los trabajadores de Amazon en Alemania se declararon en huelga parar reclamar mejores salarios en una de las jornadas de más actividad del año. Cerca de París, manifestantes por el clima bloquearon uno de los enormes centros de distribución del minorista para protestar por la sobreproducción que, según denuncian, está matando al planeta.
Grupos de defensa de los derechos de los consumidores en Gran Bretaña y en algunos otros países sostienen que las tiendas emplean el Viernes Negro para atraer a los clientes, pero no siempre está claro si los descuentos son reales. Otros dicen que perjudica a pequeñas empresas.
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"El planeta se quema, los océanos mueren y nosotros aún queremos consumir y consumir y, por lo tanto, producir y producir, ¿hasta que erradiquemos a todos los seres vivos? (...) ¡No traicionaremos a nuestros hijos por 30% de descuento!", dijo un manifiesto de los grupos que protestaron en París bajo el lema "Block Friday".
En otros países se emitieron advertencias similares. En Rusia, por ejemplo, un regulador emitió un largo comunicado con consejos para evitar los engaños, como hacer una comprobación de los precios o comprobar si los costos de envío se incrementaron.
La campaña publicitaria del Black Friday se amplió más allá del día, hasta el Cyber Monday, y minoristas de varios países lo extendieron a la llamada la "Semana Negra".
En República Checa, una cadena de electrónica anima a sus clientes a "Volver a hacer grande el Black Friday", en un anuncio en el que aparece un hombre vestido con traje y con la icónica gorra roja que utilizó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su campaña electoral.
Aunque este fenómeno está menos extendido en Asia, algunas grandes empresas como Japan Airlines lo utilizaron como eslogan.
Televisoras de Sudáfrica mostraron a gente haciendo fila para comprar en una de las naciones con más desigualdad social y económica del mundo. En un editorial mordaz, el respetado semanario Mail & Guardian criticó esta práctica porque enriquece a las grandes cadenas.
En Italia, por ejemplo, el Black Friday cae fuera de la estricta temporada de rebajas invernales. La industria de la moda advirtió que podría dañar a los pequeños negocios en un país que depende mucho de ellos.
GGA