Detrás de una empresa con renombre, prestigio y notoriedad hay un CEO con buena reputación. Así de simple, un líder que mantiene una imagen personal intachable es garantía de confianza.
Su comportamiento asertivo marca la diferencia, genera seguridad en los grupos de interés, aporta valor al mercado, produce beneficios económicos a la compañía y, lo más importante, repercute directamente en la reputación de la empresa que dirige.
“El vínculo entre el CEO y la reputación corporativa es innegable”, asegura Elisa Flores Forzán, chief operating officer de Blackwell Strategy. Y los números lo confirman: 58 por ciento del valor de una empresa es atribuido a la reputación de su director general, de acuerdo con el estudio The State of Corporate Reputation in 2020 elaborado por la consultora Weber Shandwick.
La directiva de Blackwell Strategy, firma especializada en gestión de relaciones públicas con medios de comunicación y manejo de crisis, asegura que “el papel de los altos directivos de las empresas es cada vez más complejo, pues ya no basta solo con tomar las riendas de un equipo de trabajo y de una organización en general, sino que ahora deben participar activamente en la construcción de una buena reputación de todos los grupos de interés”.
Para Elisa Flores, el vínculo entre un CEO y la reputación de una empresa no simplemente es algo que va a permanecer, sino que seguirá tomando fuerza conforme evoluciona el mercado. Es por ello que se vuelve imprescindible cuidar la imagen pública del líder, analizar su posicionamiento en el sector y dejar claro cuál es la misión que guía sus esfuerzos.
- Te recomendamos ¿Ganaste un premio de 'Boletazo'? Condusef advierte de fraude con mensajes falsos Negocios
Ventajas de un CEO con buena reputación
El CEO es la cara de la empresa, por eso es fundamental que su éxito personal traspase barreras e impacte directamente en la organización que dirige. Elisa Flores destaca que dentro de los principales beneficios que se generan cuando el directivo de una organización mantiene una buena reputación es el posicionamiento en la industria que participa.
“El director general es la cara de la empresa, todo lo bueno o malo que haga va a salir a flote, así que lo mejor es ganar apoyo y crear valor entre los grupos de interés con una buena credibilidad. Esto es algo que toma gran relevancia en tiempos de crisis, principalmente, pues el generar una buena imagen asegura el apoyo de los externos en momentos difíciles”, señala la chief operating officer de Blackwell Strategy.
La consultora Thinking Heads realizó una serie de estudios en 2021, en los que llegó a la conclusión de que mejorar la reputación de un líder impacta en la predicción de la reputación de la compañía, y mejora hasta 10 por ciento el control que tiene el CEO sobre los comportamientos de apoyo de los diferentes stakeholders.
Otro de los beneficios de tener un CEO con buena reputación recae en lo económico, pues de acuerdo con Elisa Flores Forzán la imagen impecable atrae a los inversionistas, debido a que la reputación es considerada el activo intangible más importante de las compañías. De acuerdo con Weber Shandwick, ésta supone 63 por ciento del valor de mercado de una marca y contribuye significativamente al éxito de una compañía.
“De ahí la importancia trabajar profesionalmente en la comunicación y relaciones públicas que ayuden a fortalecer la imagen del CEO, pues además de que en épocas de crisis es él quien deberá dar la cara para resolver el problema, su prestigio repercutirá directamente en la reputación de la compañía”, añadió la chief operating officer de Blackwell Strategy.
- Te recomendamos Trabajadores de Fujikura en planta Puebla eligen nuevo sindicato Negocios
Así es el CEO con buena reputación
La advertencia es clara: no hay una receta única para generar, mantener o mejorar la reputación de un líder. Sin embargo, sí existen algunas recomendaciones genéricas que pueden asegurar que un CEO mantenga una imagen profesional digna de confianza y credibilidad.
Elisa Flores habla de diferentes atributos que debe poseer el CEO, entre ellos destacan el tener una visión clara de la empresa, inspirar y motivar a sus equipos de trabajo, mantener y transmitir siempre una actitud honesta y ética, preocuparse porque la compañía que lidera sea un buen lugar para trabajar, comunicar con asertividad, ser una persona decisiva, centrada en el cliente y con una perspectiva global de los negocios.
“Un líder de perfil bajo o ausente solo es un freno para la reputación de una empresa, no le genera ningún valor. Contrario a un director general que es activo, deja el ego de lado y no pierde la humildad, quien es un acelerador interno”, refiere la chief operating officer de Blackwell Strategy.
Finalmente, Elisa Flores Forzán dice que el CEO tiene que asumir la responsabilidad de construir una imagen, pues frente al publico él representará los valores, principios y aspiraciones de la empresa y comunicarlo con efectividad, se traduce en un activo de alto valor para las empresas.
KL