Si bien el consorcio conformado por la brasileña Braskem y la mexicana Grupo IDESA, logró un acuerdo con el Gobierno de México para continuar trabajando la planta Etileno XXI, pagará un precio alto.
De acuerdo con el reporte anual entregado a la Security Exchange Commission, Braskem afirma que deberá renunciar al pago de una indemnización de 2 mil millones de pesos por haberle detenido, y luego limitado, parte del suministro de gas natural en el primer trimestre del año.
El 1 de diciembre de 2020 el Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenagas) ordenó a Pemex que se le dejara de suministrar el hidrocarburos a Etileno XXI, argumentando el término de un contrato vigente para dicha actividad, mismo que advirtió, no sería renovado.
Unas semanas después, el 7 de enero de este año, se reanudó el suministro parcial del gas natural, esencial para la operación eléctrica de la planta donde se invirtieron más de 5 mil millones de dólares.
Braskem dijo además a las autoridades estadounidenses que para poder seguir operando, el Cenagas le pidió firmar un memorándum de entendimiento para modificar las condiciones contractuales, entre las que destacan que la vigencia de su contrato bajará de 30 a 15 años.
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El otro contrato
Adicionalmente, el reporte a la autoridad financiera de Estados Unidos da cuenta que la empresa brasileña deberá construir una “terminal de importación de etano, así como un oleoducto para transportarlo al complejo petroquímico”. El contrato obligaba a Pemex a absorber los costos de transporte de la molécula que entrega a Etileno XXI.
Sin embargo, de acuerdo con Braskem, los términos de este contrato, independiente al de gas natural, aún no han sido modificados.
El 3 de marzo de 2021, el Presidente Andrés Manuel López Obrador informó en la conferencia mañanera que habían logrado alcanzar un acuerdo con Braskem-IDESA, en el cual se deslinda a Pemex de dicha responsabilidad, además de que se eliminó la penalización de 200 por ciento por barril no suministrado.
En esa ocasión, Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex, informó que el nuevo acuerdo traería como consecuencia ahorros a la petrolera nacional por 13 mil 749 millones de pesos, Braskem señaló en su reporte que “además, el Contrato de Suministro de Etano existente entre BI (Braskem-Idesa) y Pemex no ha sido modificado”.
Una mirada atrás
El 22 de junio de 2016 se inauguró la planta Etileno XXI en Coatzacoalcos, Veracruz, luego de varios intentos fallidos que venían desde la administración de Vicente Fox Quesada, con el entonces llamado “Proyecto Fénix”, y que no pudo concretarse, de acuerdo con protagonistas de esas negociaciones, por la imposibilidad de ofrecer un contrato que fijara el precio del etano en el largo plazo.
El nombre “Etileno XXI” se determinó posteriormente en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, cuando las negociaciones por un contrato de etano con Pemex avanzaron, sin embargo, no fue posible conocer las condiciones bajo las cuales se pactó el costo del etano, y que desde entonces se decía extraoficialmente que estaba arreglado en detrimento de Pemex.
Así, y de acuerdo con un reporte de la cuenta pública de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), el contrato de etano a 30 años, firmado desde tiempos de Calderón, se logró a un descuento de 30 por ciento sobre el valor de mercado, lo que le causó pérdidas al erario por 6 mil 500 millones de pesos.
Ya en el gobierno de López Obrador, redefinir el contrato de Etileno XXI fue uno primeros objetivos del gabinete energético, al recrudecerse las acusaciones de corrupción confirmadas por Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, quien aseguró que el proyecto avanzó por instrucciones políticas del entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y que las condiciones del contrato de etano se fijó desde el sexenio de Calderón.