El consorcio Braskem-Idesa defendió el contrato firmado con Pemex para el suministro de etano a su planta de Etileno XXI y aseguró que la posibilidad de obligar a la empresa petrolera a comprar el complejo petroquímico por casi 5 mil millones de dólares debe ser vista como parte de una negociación normal en proyectos de esta escala y naturaleza y no como una amenaza.
Luego de que MILENIO dio a conocer que en el contrato entre el consorcio mexico- brasileño y Petróleos Mexicanos existe una cláusula que podría obligar a la administración de Andrés Manuel López Obrador a comprar la planta si es que continúa incumpliendo con la entrega de etano, Braskem-Idesa emitió un comunicado en el que advirtió:
“Las cláusulas de terminación y compensación a las que se refiere como ‘nuclear’ son normales en contratos de largo plazo en infraestructura y solo se implementan en casos extremos de incumplimiento”.
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En su edición de ayer, este diario reveló extractos del informe anual del consorcio ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés) en los que se detalla la existencia de una cláusula que podría detonar la compra de Etileno XXI con cargo al erario mexicano, si es que Pemex falla durante un plazo de seis meses en entregar menos del 70 por ciento del etano acordado originalmente con la filial de Odebrecht.
“En el evento de que Pemex TRI falle… puede (i) dejarnos incapaces de generar suficiente capital para dar servicio a nuestros acreedores (ii) causar a los acreedores a acelerar su deuda u (iii) obligar a Braskem-Idesa a ejercer la terminación y poner una opción contra Pemex TRI que obligaría a Pemex a comprarnos el complejo”, se destaca en el reporte, entregado ante la SEC el 15 de junio pasado.
Al respecto, la empresa destacó que continúa dialogando permanentemente con Pemex en la búsqueda de soluciones ante la insuficiente producción de etano en México.
Al mismo tiempo, Braskem-Idesa envió este 7 de septiembre un comunicado a colaboradores, clientes y proveedores en el que reiteró desconocerlas declaraciones proporcionadas por el ex director de Pemex, Emilio Lozoya, ante la Fiscalía General de la República en las que aseguró de la existencia de pagos irregulares vinculados a la continuidad del contrato de suministro de etano a Etileno XXI.
Braskem-Idesa insistió en que la Auditoría Superior de la Federación no encontró irregularidades en el proceso de licitación para el contrato de suministro de Pemex e hizo referencia a los adeudos millonarios que actualmente ya acumula la empresa petrolera por multas o penalizaciones y que, hasta el momento, ascienden a casi 40 millones de dólares.
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“Las multas o penalizaciones que hacen parte del contrato son una más de las cláusulas contractuales. Son ordinarias en cualquier tipo de contratos para cuantificar montos a pagar en el caso de que una parte no cumpla con sus obligaciones de compra o suministro”, aseguró.
En ese sentido, y en clara alusión a las acusaciones el presidente López Obrador respecto a que el contrato es “leonino” y “desventajoso” para el gobierno mexicano, el consorcio sentenció que no hubo preferencias o ventajas y que la fórmula utilizada para establecer el costo del etano que se vende a la planta de Etileno XXI, fue aprobada por la Comisión reguladora de energía.
Luego de que Braskem informara a la Comisión de valores de Estados Unidos que no descarta la posibilidad de una eventual expropiación por parte de la administración de López Obrador, la empresa comunicó a sus colaboradores que “confía en que cualquier diálogo con la autoridad se dará en el marco del Estado de derecho y la legalidad, condición indispensable para la confianza de las inversiones; Braskem-Idesa mantiene la postura de cooperar con las autoridades competentes en el ejercicio de sus facultades, como siempre lo ha hecho”.
Y apuntó: “reiteramos la legalidad y legitimidad de las operaciones de Braskem-Idesa y nuestro proyecto Etileno XXI“.
lvm