Se acerca el fin de semana más barato del año y quieres salir corriendo para aprovechar las grandes ofertas, pero antes de emprender esta aventura y comprar hasta lo que no necesitas, haz un plan y ¡organízate! Lo primero, aunque te suene trillado, es hacer una lista de lo que realmente requieres, incluidos los accesorios y/o complementos para poder usar ese o esos productos que decidas y que aquella compra maravillosa no termine en un proyecto fallido.
Por ejemplo, si piensas en cambiar la pantalla de televisión, considera el tamaño de tu nueva adquisición y el del muro en el que vas a ponerla. Si estará sobre un mueble, que este sea de la dimensión y altura adecuadas, y que cumpla con su función, es decir, que soporte el peso de los aparatos o accesorios que vayas a ponerle encima.
Otra opción es poner la pantalla directamente en la pared, con un soporte, y aunque te parezca obvio, no olvides revisar que el muro sea apto para soportarla; si no lo es, contempla el pago extra que tendrás que desembolsar para garantizar que tu compra sea un éxito. Siempre considera las proporciones.
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Toma medidas antes de hacer cualquier compra, porque resulta muy tentador comprar un sillón reclinable o tan acojinado que sientes que te abraza con solo verlo, y al llegar a casa, encontrarte con la sorpresa de que por culpa de ese delicioso sillón ya no puedes circular por la sala ni sacar las sillas del comedor, o te dejó sin la opción de tener mesa de centro.
Así como esto, te puedo dar varios ejemplos antes de que te gane la euforia de vaciar los anaqueles de las tiendas. Recuerda que todo lo que compres lucirá increíblemente mejor si tu casa o departamento está listo para recibir esas nuevas adquisiciones.
Un punto muy importante es que si tu compra es para reemplazar otro artículo que dejó de ser funcional, estés completamente mentalizado a que, según sea su condición, deberás vender, regalar o tirar esa pieza que dejarás en desuso.
Pero evita que tu casa y tus espacios queden estancados con cosas que te parecen obsoletas y no volverás a usar. Ya sé que muchos nos veremos en la tentación de guardarlas para reutilizarlas en casos de emergencia o por si se nos descompone nuestro nuevo tesoro, pero te aseguro que eso no sucederá.
Y bueno, ¿qué necesidad tenemos de vivir esperando una tragedia? ¡Libérate!, y vive con la tranquilidad de que todo resultará perfecto y que tu donación seguro beneficiará a alguien que sí lo necesita. La regla de oro: jamás compres “por mientras”. Si el artículo no cumple con todas tus necesidades, ni regalado.
No hay mejor manera de valorar tus recursos que invirtiendo en algo de calidad y 100% funcional.
Así que cuida tu inversión, aunque te parezca mínima:
•Evalúa todas las características del mueble o artículo que necesitas. • Compara y revisa hasta el más mínimo detalle.
• Si son muebles, pregunta si te lo entregan armado o en cajas.
• Si son cajas, asegúrate de que cabrán en el elevador o por las escaleras, si entrarán por tu puerta y si tendrás que considerar personal que te vuele los muebles.
Ahora si, solo un consejo más: antes de salir toma tus notas y lleva contigo un flexómetro, con esto estarás preparado para que tus compras sean un éxito.