La caída de 0.2 por ciento en la economía al tercer trimestre del año ya estaba anticipada como consecuencia de la tercera ola de contagios que ralentizó la recuperación en el consumo, acompañado de los “cuellos de botella” que han afectado el suministro de insumos en países manufactureros como México.
“Ya anticipábamos una contracción en el tercer trimestre, la primera razón es por la tercera ola de contagios que golpeo a finales de julio, en agosto y en septiembre, y eso hizo que el consumo perdiera dinamismo, veníamos viendo una recuperación importante del consumo, pero perdió fuerza”, dijo Carlos Serrano, dijo el economista en jefe de BBVA México, Carlos Serrano.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) anunció que el Producto Interno Bruto (PIB) de México disminuyó 0.2 por ciento durante el tercer trimestre de 2021 en comparación con el periodo previo, lo que lo sitúa en niveles similares a 2016.
Este resultado pone fin al efecto rebote de crecimiento económico con el primer retroceso trimestral del indicador post pandemia, y es la mayor caída para un mismo periodo desde 2017.
Serrano consideró que estos dos factores son temporales, los contagios de covid-19 han disminuido y esto significa una recuperación del consumo y la crisis no afectó la capacidad de distribución de insumos en el mundo, solo ha generado mayor distanciamiento.
“También pensamos que los cuellos de botella no son estructurales, tiene que ver con la pandemia, con que los puertos no puedan operar a toda su capacidad y tampoco los buques, con cierta demanda temporal por algunos bienes, pero a medida que se normalice la pandemia esto se va a resolver”, apuntó.
Con todo esto, el banco estima que la recuperación retomará su ritmo, este año el crecimiento estará en un rango de 6 por ciento y el siguiente de 3 por ciento, “la clave aquí es la pandemia, mientras más rápido se resuelva en todo el mundo más rápido se resolverán los problemas”, agregó el economista.
AMP