Tras 25 meses de cifras negativas en las ventas de autos nuevos en el país, la industria automotriz señaló que está en crisis y encendió alarmas para detener esta caída con incentivos fiscales, financiamiento y el freno a la importación de autos usados.
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Con la caída en las ventas de 11.4 por ciento en junio y de 6.4 por ciento en el semestre, Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), dijo que “hay que prender las alarmas porque necesitamos reactivar el mercado interno”.
Se buscan elementos para sostener el mercado interno, para ello, la industria insistirá en el aumento de la deducibilidad de vehículos nuevos para personas físicas, así como aumentar el monto a deducir de 175 mil a 300 mil pesos.
En el paquete de propuestas que enviarán al Congreso se encuentra cambiar la regulación para recuperar vehículos nuevos que dejen de pagarse de una manera más sencilla, así como un mayor control en la importación de autos usados.
Del total de autos nuevos que se comercializan en el país, un 65 por ciento se atiende con autos importados, el 35 por ciento restante proviene de los vehículos ensamblados en México.
Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), estimó que este año se comercializarán un millón 331 mil vehículos, lo que implicaría una caída de 7 por ciento, respecto a 2018.
“Este 2019 será el tercer año consecutivo en el que tendremos números negativos en la venta de vehículos nuevos, si ocurriera una regularización de vehículos chuecos no estaríamos teniendo una disminución cercana al 7 por ciento, sino que estaría en riesgo de ver una caída de entre el 20 y el 30 por ciento entre 2019 y 2020” advirtió Rosales.
lvm