CaixaBank , el banco más grande por activos de España tras su fusión de Bankia, puso sobre la mesa las cifras de su Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y planea reducir su plantilla casi una quinta parte y cerrar cientos de oficinas en una de las mayores reestructuraciones laborales de la historia empresarial del país.
El banco transmitió al sindicato Comisiones Obreras (CCOO)su intención de eliminar 8 mil 291 puestos de trabajo, lo que equivaldría al 18 por ciento de su fuerza laboral, así como cerrar mil 534 oficinas, alrededor del 27 por ciento del total con el que cuenta el banco en la actualidad, para adaptarse al cambio de los clientes hacia la banca online.
CaixaBank confirmó una cifra de recortes de empleos que podría ser finalmente menor tras una serie de negociaciones.
En un comunicado, el banco dijo que los recortes tendrán en cuenta los solapamientos y las sinergias derivadas de la fusión y las condiciones actuales del mercado, y que optará por las bajas voluntarias como opción preferente, tomando en cuenta asimismo su rendimiento.
CaixaBank acordó en septiembre la compra de Bankia por 4 mil 300 millones de euros, en una operación respaldada por un ahorro anual de costes de 770 millones de euros hasta 2023.
Excluyendo el personal de la unidad portuguesa de CaixaBank, BPI, el banco tiene unos 44 mil 400 trabajadores en su negocio bancario y unas 5 mil 639 oficinas.
Despidos históricos
Los despidos en CaixaBank siguen a medidas similares adoptadas por otros bancos españoles y marcan la mayor ronda de recortes de empleo en el sector en España y una de las mayores de la historia empresarial del país.
En 1999, Telefónica despidió a 10 mil 800 trabajadores, mientras que Bankia se vio obligada a recortar 4 mil 500 empleados tras su rescate estatal en 2012.
Los bancos europeos, presionados por un entorno de tipos de interés ultrabajos y las secuelas de la pandemia, están adoptando diferentes medidas para recortar costes, ya sea mediante fusiones o de forma autónoma.
En este contexto, los bancos españoles están redoblando las medidas para vender servicios en plataformas digitales, en un intento de defenderse de la competencia de las 'fintechs' o empresas de servicios financieros digitales.
Desde la crisis financiera de 2008, el número de sucursales bancarias en España se ha reducido en algo más del 50 por ciento hasta diciembre del año pasado. Los trabajadores del sector se han reducido en casi 97 mil personas, alrededor de 35 por ciento respecto a diciembre de 2019, según datos del Banco de España.
MRA