El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), junto la Fundación Friedrich Naumann (FNF), señalaron que entre los principales retos de México para atraer inversiones por nearshoring se encuentra la educación y la energía.
Bajo esta premisa analizaron el mercado laboral, la disponibilidad de insumos básicos, la infraestructura y el marco regulatorio en cada estado del país para saber qué tan preparados están para este fenómeno.
Sobre el mercado laboral, señalaron que la disponibilidad de mano de obra, de empleos formales y bien remunerados, de trabajadores calificados y de instituciones de educación superior, puede resultar atractivo para las empresas.
Estado de México, Tabasco, Ciudad de México, Durango y Sinaloa son las entidades que reflejan una mayor cantidad de personas disponibles para unirse a la población ocupada.
Señaló que el acceso a la educación superior es fundamental para garantizar una mano de obra calificada sostenida y adaptable; en este rubro, Puebla, Aguascalientes y Campeche ofrecen una mayor oferta educativa a su población.
Además, la disponibilidad de vivienda y servicios representan ventajas para la localización de las empresas en una región.
Ante este factor el instituto señaló que las entidades del norte del país presentan menores carencias de disponibilidad de agua entubada, energía eléctrica y drenaje en las viviendas particulares.
“Nuevo León y Coahuila, con las menores proporciones de viviendas particulares que carecen de servicios básicos, donde solo 1 por ciento o menos de los hogares no dispone de agua entubada y le hace falta energía eléctrica, mientras que menos de 2 por ciento drenaje”, explicó.
Caso contrario a la zona sur del país, con entidades donde la falta de accesos a servicios básicos, como el drenaje o el agua entubada, afecta más de 10 por ciento de las viviendas particulares habitadas, como en Oaxaca y Guerrero.
Comentaron que en cuanto a infraestructura, contemplaron la disponibilidad de transporte público, el precio de la energía eléctrica y la disponibilidad de agua.
Quintana Roo y Ciudad de México seguidos por Baja California y Aguascalientes, son las entidades que cuentan con mayor disponibilidad de transporte público, mientras que Chihuahua, Estado de México y Durango tienen menores recursos para este tipo de servicios.
Sobre la disponibilidad de agua para las actividades productivas, señaló que las entidades con mayor disponibilidad de este recurso son Chiapas, Oaxaca y Tabasco.
“Sin embargo, no toda el agua disponible puede ser utilizada en estas entidades debido a problemas como la contaminación, afectaciones en la red de distribución, la falta de infraestructura hídrica y la falta de control sobre las concesiones, particularmente en el sector agrícola”, explicaron.
En cuanto a la energía eléctrica confiable y a precios competitivos señalaron que se obtiene en entidades del norte y centro del país, como Sonora, Chihuahua, San Luis Potosí y Aguascalientes.
“Esto hace que dichas regiones tengan una ventaja comparativa frente a las penínsulas de Baja California y Yucatán, donde el costo de la electricidad se eleva”, destacó.
Finalmente, se consideró al marco regulatorio, un indicador de la percepción de las empresas privadas dada la relevancia que tienen las leyes y reglamentos que regulan la actividad económica y social en la generación de un ambiente propicio para la inversión.
Ante dicho panorama señaló que Michoacán es la entidad donde las empresas privadas están más descontentas respecto al marco regulatorio, mientras que en los casos de Tamaulipas, Nuevo León, Chiapas y Sonora, menos de 5 por ciento de ellas se muestran inconformes con el marco regulatorio local.
El instituto concluyó que las entidades del centro y norte del país están mejor preparadas para atraer y retener talento e inversión, por lo que podrían sacar mayor provecho del nearshoring, mientras que los estados pertenecientes a la zona sur presentan los mayores desafíos para aprovechar dichas oportunidades.
AMP