Bajo el argumento de que en los próximos 10 años se reducirá el gasto de pensiones a los trabajadores del Estado, la calificadora Moody’s emitió una opinión positiva a las reformas que el gobierno planteó a la Ley del Isssteleón y que recientemente fue aprobada por los diputados locales.
A través de un informe, la calificadora resaltó que la reforma permitirá que el gobierno estatal utilice las contribuciones de pensiones obrero-patronales y éstas puedan destinarse para pagar los derechos de quienes actualmente están pensionados y reciben servicios de salud.
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“El 14 de julio, los legisladores del estado mexicano de Nuevo León (Ba2/A2.mx negativa) aprobaron una reforma al plan de pensiones del estado, que reducirá el creciente gasto por pensiones de Nuevo León durante los próximos 10 años, un factor crediticio positivo. La reforma permite que el estado utilice las contribuciones de pensiones obrero-patronales de los trabajadores para pagar los beneficios actuales de pensiones y de salud”, publicaron.
Además, señalaron que, de no haberse dado esta reforma, el gasto por pensiones habría alcanzado niveles pico debido a que las contribuciones disminuirán un 11 por ciento en promedio.
“La reforma disminuirá las presiones de liquidez durante los próximos 10 años, periodo en el que el gasto por pensiones habría alcanzado niveles pico, debido a que las contribuciones anuales disminuirán en 11 por ciento, en promedio. Sin embargo, como resultado de algunos otros cambios aprobados, incluyendo nuevos beneficios para empleados, así como el reembolso de las contribuciones utilizadas para pagar los beneficios a partir de 2029, los pasivos por pensiones no fondeados aumentarán en un 7 por ciento”, refirieron.
El gasto de pensiones, añadieron, representó 9 por ciento de los ingresos operativos de Nuevo León en 2019 o 5 mil 700 millones (260 millones). Sin la reforma, el gasto por pensiones del estado hubiera aumentado 17 por ciento para 2030.
Los mayores incrementos anuales, del 6 por ciento en promedio, se esperaban en 2020, 2021 y 2022, y el gasto por pensiones hubiera alcanzado un nivel pico en 2023 de 10 por ciento de los ingresos operativos.
El aumento en el gasto por pensiones, concluyeron, hubiera sumado presión al débil desempeño financiero del estado. En 2019, recordaron, Nuevo León registró un margen operativo negativo de 1.3 por ciento de los ingresos operativos. Como resultado de la reforma, el gasto por pensiones del estado decrecerá 11 por ciento por año, en promedio, disminuyendo a 6.9 por ciento de los ingresos operativos para 2030.
Para fortalecer el fondeo del sistema de pensiones, agregaron, la reforma aumentó las contribuciones a 17.3 por ciento de 12.25 por ciento de los salarios de los empleados bajo el plan de contribuciones definidas de pensiones, y a 27.4 por ciento de 18.75 por ciento de los salarios para los patrones.
Por último, en el caso de los empleados bajo el plan de pensiones de beneficios definidos, la reforma aumenta las contribuciones del empleado a 9 por ciento de 6 por ciento de su salario y la contribución patronal a 12 por ciento del salario del empleado, de un anterior 6 por ciento. Adicionalmente, el estado creará una reserva fondeada con una contribución adicional de los empleados (1.2 por ciento del salario) y de los patrones (1.8 por ciento del salario) para poder asegurar la pensión mínima garantizada de cuando menos dos salarios mínimos.