El organismo encargado de la equidad laboral del estado de California (DFEH) acusó el miércoles a la empresa de autos eléctricos Tesla de discriminación racial contra trabajadores afroamericanos en una de sus fábricas, informó la entidad en un comunicado.
La demanda, presentada en la Corte Superior del condado de Alameda, estuvo motivada por cientos de quejas de trabajadores, apuntó Kevin Kish, jefe del Departamento de Igualdad en el Empleo y Vivienda del estado.
La agencia "encontró evidencia de que la fábrica de Tesla en Fremont es un lugar de trabajo segregado racialmente, donde los trabajadores afroamericanos enfrentan insultos racistas y discriminación en la asignación de tareas, disciplina, salarios y promociones", dijo Kish.
Kish señaló que la agencia había recibido cientos de quejas de los trabajadores de la planta conforme eran regularmente objeto de jerga y bromas racistas por compañeros y directivos.
Los detalles de la demanda no se han hecho públicos por el momento, sin embargo, antes de publicarse la acusación Tesla emitió un comunicado asegurando que "se opone a todo tipo de discriminación y acoso" y que está comprometido a ofrecer "un espacio de trabajo seguro, respetuoso, justo e inclusivo".
Pero extractos de la acusación, publicada por la agencia y presentada ante un tribunal de California el miércoles por la noche, ofrecen una imagen muy distinta.
La agencia explica que trabajadores no afroamericanos se referían regularmente a las zonas donde estaban destinados muchos empleados afroamericanos con referencias históricas racistas, como "la plantación".
También se mofaban de ellos con "insultos racistas" y los provocaban con "confrontación física y verbal" que los acababa llevando a sanciones disciplinarias, señala la denuncia.
Además, los trabajadores no afroamericanos solían recibir trato preferencial en la fábrica: se les asignaban las tareas más fáciles y eran tratados con más indulgencia en los procedimientos disciplinarios comparado con sus compañeros afro.
El problema del racismo en Estados Unidos
Estados Unidos tiene una historia de racismo, esclavitud e injusticia racial, y en los últimos años se han producido masivas protestas para confrontar ese legado tras varios casos de abuso y asesinato de afroestadounidenses a manos de la policía.
Las denuncias de discriminación sistémica en los lugares de trabajo de Estados Unidos se hicieron más comunes después de que las protestas de Black Lives Matter alcanzaron su clímax en 2020.
Los detalles de la denuncia del DFEH contra la planta de Tesla en Fremont son impactantes por la presuntamente extendida cultura del abuso racial.
Un trabajador "escuchó insultos racistas hasta 50-100 veces en un día", señala la agencia. Además, algunos empleados con tatuajes de la bandera confederada solían enseñarlos para intimidar a los compañeros afroamericanos, dijo.
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Otro trabajador "observó (la leyenda) 'hang N []' (colgar N) escrito junto a un dibujo de una soga" en un baño de la fábrica.
Los grafiti incluían esvásticas, "KKK" (en referencia al grupo supremacista blanco Ku Klux Klan) y "regresa a África".
"El estrés causado por el acoso racial severo y generalizado, el riesgo de un altercado físico y una escalada con los acosadores, la discriminación flagrante, la disciplina desproporcionadamente severa y la inutilidad de las quejas, hicieron que las condiciones de trabajo fueran tan intolerables que renunciaron", afirma la denuncia.
La compañía propiedad de Elon Musk ha sido objeto de varias demandas por discriminación en esta fábrica californiana en meses recientes.
En diciembre, seis mujeres se querellaron contra la empresa alegando una cultura de acoso sexual en la planta y en otras instalaciones.
En octubre, un jurado de California dictaminó que Tesla debía pagar a un exempleado afroamericano 137 millones de dólares en daños por no actuar frente al racismo que padeció en la planta de Fremont.
evr