Campeche y Tlaxcalteca serán los estados en los que su producto interno bruto (PIB) no se verá favorecido por la relocalización de empresas y cadenas productivas, también conocido como nearshoring, de acuerdo con estimaciones de Banorte.
El informe La Fuerza de la Proximidad: Impacto Económico del Nearshoring desde un Enfoque Regional, muestra que el PIB potencial de Campeche con respecto al nearshoring es de una contracción de 4.6 por ciento, mientras que el de Tlaxcala es cero por ciento y Chiapas de apenas 0.9 por ciento.
El PIB potencial, al representar el crecimiento de largo plazo de una economía, sirve como un determinante importante de la apertura comercial, ya que refleja la capacidad productiva y los recursos de una región influyendo en las ventajas comparativas de un país o una entidad en la producción de ciertos bienes y servicios.
Banorte explicó que el PIB potencial es un indicativo de niveles de productividad. Éste conduce a la eficiencia de costos, la mejora de la calidad de los productos y la mayor competitividad en los mercados internacionales. De igual manera, está estrechamente vinculado a la inversión y el desarrollo de infraestructuras. Un PIB potencial más alto indica una base más fuerte para la inversión, tanto doméstica como extranjera.
En este sentido, las proyecciones muestran que los Estados mejor favorecidos por el nearshoring son Baja California Sur, Quintana Roo, Querétaro, Aguascalientes y Nuevo León, todos entre 3 y 5 por ciento de puntos de beneficio en su PIB potencial.
El análisis también destacó que para que el país pueda capitalizar de una manera importante las oportunidades provenientes del nearshoring deberá de mejorarse la infraestructura en distintos frentes, fomentar políticas públicas y privadas que incentiven la inversión; llevar a cabo mejoras en el estado de derecho; continuar la apuesta por la formación de capital humano; mejorar la competitividad; “incrementar la productividad de los factores; e incluir otros estados o regiones que no forman parte actualmente de la cadena productiva que se ha formado para atender al sector exportador”.
“Una consideración importante que se dilucidó es que, aunque el nearshoring presenta oportunidades de potencializar el crecimiento económico nacional, en un primer momento representará retos asimétricos entre distintas regiones del país”.
Por tanto, recalcó que aquellos estados con fuertes lazos comerciales ya establecidos con Estados Unidos, así como con una cercanía geográfica, serán los más beneficiados, principalmente en industrias que presenten encadenamientos con la región del norte.
Un papel relevante también lo jugarán las entidades federativas con una fuerte especialización de bienes esenciales para el desarrollo industrial de Estados Unidos.
“Hacia delante, será fundamental identificar los factores de infraestructura, transporte y comunicación que intervienen en la relocalización de las empresas y la atracción de inversión extranjera, aprovechando al máximo las ventajas geográficas y comerciales que México puede ofrecer a las compañías manufactureras permitiéndoles impulsar su productividad y crecimiento”, indicó.
PMA/AMP