El gobierno de Canadá y diversos sectores de la sociedad al interior de ese país están adoptando medidas para contener el impacto que tendrá la imposición de aranceles del 25% por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, programados para entrar en vigor el 4 de marzo de 2025 ante el fracaso de las gestiones diplomáticas.
Luego de que Trump le diera un mes de plazo a Canadá y a México para cumplir con una serie de acciones para disminuir tráfico de drogas y la inmigración ilegal, Justin Trudeau, primer ministro canadiense le realizó un par de llamadas telefónicas al presidente de Estados Unidos, una el 22 y otra el 24 de febrero para informarle de los avances en el cumplimiento de las condiciones establecidas.
Sin embargo, no cambió la decisión de imponer los aranceles y al contrario se ha mantenido el discurso de Trump contra Justin Trudeau llamándolo “gobernador” y que a los canadienses les convendría formar parte de Estados Unidos para pagar menos impuestos y tener un mejor sistema de salud.
Acciones de gobierno
En ese contexto, el gobierno canadiense ha establecido un plan para contener los aranceles, primero vendrían las represalias del 25 por ciento a los productos de Estados Unidos hasta por un valor aproximado de 155 mil millones de dólares, luego, Canadá ha anunciado la implementación de programas de apoyo a las empresas canadienses y a los ciudadanos que se vean afectados, muy parecidos a los aplicados durante la pandemia del Covid-19.
Estos apoyos del gobierno consistirán en que las empresas afectadas podrán aplicar recursos económicos para poder enfrentar la disminución de ventas o el alza de los productos de consumo.
Otra acción inmediata es que se acordó comenzar a eliminar todas las tarifas entre provincias y las restricciones que existen actualmente y que afectan al comercio dentro de Canadá así lo explicó la ministra de Transporte y Comercio Interno, Anita Anand.
El acuerdo entre provincias consiste en eliminar barreras comerciales, facilitar a las empresas el acceso a los servicios financieros, priorizar la eliminación de las barreras regulatorias y administrativas al movimiento de bienes en Canadá; garantizar que los trabajadores puedan trabajar en cualquier jurisdicción de este país sin demora; y, facilitar la compra y venta de productos canadienses entre sí.
Por otro lado, los gobernadores de todas las provincias intentaron sensibilizar a los asesores de Donald Trump en una visita inesperada pero no sirvió de nada.
Acciones del sector privado y de la sociedad
Para la sociedad las acciones se basan en el rechazo a los productos de Estados Unidos y se ha desarrollado una campaña en redes sociales que incluye no comprar bienes y servicios de sus vecinos e incluso se promueve no realizar visitas turísticas o vacacionales.
La ciudadanía canadiense también rechaza la propuesta de anexión y se ha observado un aumento en la venta de productos con lemas nacionalistas, como gorras y camisetas con la frase "Canadá no está en venta". Estos artículos se han convertido en símbolos de resistencia y orgullo nacional.
En redes sociales como X y Facebook hay mensajes de apoyo a la independencia canadiense. Hashtags como #CanadaNotForSale y #WeAreCanada se han vuelto tendencia, uniendo a ciudadanos en una declaración colectiva de identidad y autonomía.
En resumen, la propuesta de anexión por parte de Donald Trump ha desencadenado una respuesta unificada y vigorosa por parte de la sociedad civil y el gobierno de Canadá, fortaleciendo el sentido de identidad nacional y reafirmando la soberanía del país frente a desafíos externos.
Por su parte, el sector empresarial ha hecho propuestas específicas y están en proceso de negociar con sus clientes de Estados Unidos para que el costo de los aranceles del 25% lo asuman ellos, además de reestructurar sus cadenas de suministro, buscando proveedores alternativos.
La estrategia está basada en la implementación de una política industrial para elevar la inversión en infraestructura, la promoción de la inversión extranjera en el país y delinear un paquete de beneficios fiscales para la instalación de industrias y empresas en Canadá.
También están promoviendo que las compras de gobierno den preferencia a las empresas canadienses por sobre las estadunidenses. Se quiere dar mayor fuerza a la contratación social, la política sobre contratación ecológica y la estrategia de contratación para empresas indígenas.