Tripulantes de la aerolínea Ryanair se declararon en huelga este viernes en Bélgica, España y Portugal, en una disputa sobre los salarios y las condiciones de trabajo, la última de una ola de paros protagonizada por trabajadores de diferentes sectores en Europa.
El aumento de la inflación en toda Europa ha hecho que millones de trabajadores tengan que hacer frente a un mayor coste de la vida, lo que ha llevado a los sindicatos a exigir mayores aumentos salariales, a menudo respaldados por convocatorias de huelga.
Las aerolíneas y los operadores aeroportuarios de toda Europa también han tenido que lidiar con la escasez de personal para gestionar el flujo de pasajeros, a medida que la demanda de viajes se recupera con el fin de la mayoría de las restricciones del covid-19. Los trabajadores de otras compañías aéreas, como British Airways, también están planeando huelgas este verano.
Los sindicatos de personal de cabina de Ryanair de Bélgica, España y Portugal convocaron una huelga de tres días a partir del viernes. En Francia e Italia se espera que el personal se declare en huelga durante el fin de semana. Los tripulantes de España volverán a hacer huelga el 30 de junio, el primero y 2 de julio.
Trabajadores afirman que la aerolínea irlandesa no respeta las leyes laborales locales que cubren cuestiones como el salario mínimo e instan a los jefes de Ryanair a mejorar las condiciones de trabajo.
"Las condiciones son terribles", expresó Ricardo Penarroias, presidente de SNPVAC, el sindicato que respalda el paro de Portugal. "A un miembro de la tripulación no se le permite ni siquiera llevar una botella de agua en un vuelo".
Ryanair señaló a Reuters que había negociado acuerdos laborales que cubren el 90 por ciento de su personal en toda Europa y que no esperaba una interrupción generalizada este verano.
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Precios y salarios
Gran parte del malestar laboral se ha centrado en el sector del transporte, que afronta el regreso de los viajes tras los confinamientos por la pandemia.
Los sindicatos franceses convocaron el viernes una huelga nacional de trabajadores ferroviarios para el 6 de julio y una movilización también ha paralizado la red ferroviaria británica esta semana.
El sindicato francés CGT está organizando una huelga de un día para el viernes para pedir un aumento de los salarios de los trabajadores de las refinerías de petróleo, tras el fracaso de las conversaciones con el operador TotalEnergies.
Con una inflación superior al 8 por ciento en la zona del euro, un máximo de 40 años del 9.1 por ciento en Reino Unido y dos dígitos en algunas economías de Europa Central y del Este, las autoridades temen que se produzca una espiral de demanda de subidas salariales que agrave las presiones inflacionistas.
La directora del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha advertido que cuanto más tiempo se mantenga la inflación alta, más probable será que influya en las negociaciones salariales.
Los sindicatos de pilotos y tripulantes de cabina de Brussels Airlines, la filial belga de Lufthansa, también iniciaron una huelga el jueves. A lo largo de los tres días, Brussels Airlines espera cancelar alrededor del 60 por ciento de sus 533 vuelos.
Ryanair anunció en un comunicado que menos del 2 por ciento de sus 3 mil vuelos del viernes se habían visto afectados por las huelgas, principalmente debido a lo que describió como "interrupciones menores" en Bélgica.
"Ryanair espera que más del 98 por ciento de sus 3 mil vuelos diarios operen con normalidad el sábado y el domingo, una cifra que incluye las interrupciones por las huelgas de los tripulantes de cabina y de los operadores de control de tráfico aéreo franceses, así como por la escasez de personal en los aeropuertos", aseveró.
Medios locales de Bélgica afirmaron que se cancelarán 127 vuelos en el aeropuerto de Charleroi, cercano a Bruselas, lo que afectaría a 21 mil pasajeros. En el aeropuerto de Bruselas se cancelarían otros diez vuelos diarios de Ryanair.
Derechos de trabajadores
En Lisboa, se cancelaron dos vuelos el viernes hasta ahora, ambos con destino a Bruselas. Un total de 18 vuelos de Ryanair entre Bruselas y ciudades españolas fueron cancelados el viernes y el sábado, informó el sindicato español de personal de cabina, USO.
USO señaló que este fin de semana se cancelaron cinco vuelos desde la ciudad francesa de Marsella y uno desde Burdeos a destinos turísticos en España como Ibiza y Palma de Mallorca.
En España, el gobierno obligó a la compañía a operar entre 73 por ciento y 82 por ciento de los vuelos durante el periodo de huelga para mantener los servicios mínimos, lo que obligó a la mayoría a ir a trabajar.
Ernesto Iglesias, de USO, aseguró que la decisión del gobierno limitaba el derecho de huelga de los trabajadores.
Un pequeño grupo de trabajadores de Ryanair aprovechó su tiempo libre para unirse a las manifestaciones en los aeropuertos de Valencia y Barcelona. Un manifestante llevaba un cartel que decía: "El gobierno español es cómplice de Ryanair".
Comentando la situación en España, el director general de Ryanair, Eddie Wilson, recalcó que los trabajadores de este país exigían un aumento salarial del 165 por ciento.
El sindicato SNPVAC aseguró que no se cancelarían muchos vuelos desde los aeropuertos portugueses porque la aerolínea puso a los huelguistas en espera y pidió a los tripulantes de cabina de otros países que los sustituyeran. Ryanair ha dicho que el SNPVAC sólo representa 3 por ciento de su personal en Portugal.
A las afueras del aeropuerto de Lisboa, el estadunidense Michael Rossides, de 59 años, indicó que había reservado un vuelo de EasyJet porque pensaba que Ryanair lo cancelaría, pero que al final no fue así.
"Hemos perdido una buena cantidad de tiempo, un par de horas más y unos cientos de dólares", concluyó.
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