Asegurar un auto, casa, la familia o hasta una mascota puede incluso sonar como una utopía para millones de jóvenes en México que, ante la pérdida de poder adquisitivo y los bajos salarios, no tienen el ingreso suficiente para comprar bienes durables y además asegurarlos
Fernando Lledó, director general de Bupa México, comentó a MILENIO que la población joven es consciente de la importancia de los seguros, incluso de la prevención; sin embargo, el mercado no tiene productos enfocados en las necesidades y capacidades que tienen.
“Cada vez son más los que buscan asegurarse, vendemos más entre personas jóvenes, sobre todo porque son conscientes de lo que es la salud y la prevención, pero es cierto que hay una falta de productos que integren más a este segmento de población al mercado de los seguros, pues las empresas tenemos que estar dispuestas y preparadas para traer este tipo de productos”, dijo.
En 2016 el Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo una serie de predicciones del futuro próximo, una de ellas es que “en 2030 no tendrás nada y serás feliz”; seis años después, esta predicción se mantiene vigente.
En México menos de 11 por ciento de la población tiene alguna cobertura de seguro; al detalle se muestra que solo 7 por ciento de los hogares está cubierto por algún tipo de riesgo y 3 de cada 10 autos cuentan con una póliza, y este problema se acentúa en la población joven.
Fernando Lledó señaló que la industria debe promover productos generales para cubrir la demanda de, al menos, 95 por ciento de este grupo en cuestión, y completarlo con una serie de complementos que permitan personalizarlos, porque eso puede hacer los precios de los productos más accesibles.
“El mercado mexicano está muy estancado en 10 por ciento, y la culpa no es cultural porque la oferta de productos tampoco debe ser la adecuada. Hay mucha demanda de gente joven, pero las coberturas que buscan son más preventivas”, dijo.
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Bajo ingreso
José Antonio Correa Etchegaray, director general de Qualitas, aseguradora centrada en autos, indicó que el problema de la población joven se encuentra en una menor capacidad de compra y no porque sean conductores inconscientes al volante.
“Para conocer la situación de los jóvenes tendríamos que hacer un análisis importante, están más ligados a las herramientas digitales, pero el tema es que la capacidad de compra es menor ya que así es como funciona la curva de ingresos de la población en términos generales; sin embargo, los jóvenes son conscientes de la importancia de los seguros y nosotros tenemos que ayudarles a que sean consienten en el manejo de los riesgos”, destacó.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las personas que laboran como profesionistas y técnicos tienen un ingreso mensual promedio de 5 mil 540 pesos para los hombres de 15 a 24 años, mientras que para las mujeres es de 4 mil 90 pesos.
Por otro lado que información del comparador de seguros de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) muestra que una cobertura básica de gastos médicos, para una mujer de 26 años, va de los 9 mil a 18 mil pesos de prima neta anual, mientras que una cobertura amplia para auto puede llegar a 16 mil pesos.
La compañía colombiana de financiación especializada Finesa apunta en un blog que la pandemia hizo “aterrizar” a las personas en muchos aspectos, pues la emergencia sanitaria confirmó que la vida es frágil y reveló lo valioso que es tener una protección financiera básica.
”Pero los jóvenes, al igual que los adultos de mayor edad, se enfrentan a diferentes riesgos”, destacó la firma en su publicación.
Mientras que la Asociación Insurtech México apunta que los millennials son una generación muy conectada con la tecnología, por lo que cada vez más adquieren servicios desde la comodidad de su casa, su móvil o cualquier lugar, y en cuestión de seguros no es la excepción; además esperan que estos productos financieros respondan a sus necesidades y se adapten a su estilo de vida.