Desde la polémica clonación de entradas para el concierto de Bad Bunny en el Estadio Azteca, el mercado de venta de boletos no volvió a ser el mismo. El enorme golpe reputacional para Ticketmaster abrió la puerta a nuevos jugadores en la industria mientras que reguladores de Latinoamérica exigen más controles a la empresa.
El impacto del desorden de boletaje en el concierto del artista urbano Bad Bunny fue tal que alcanzó a toda la industria y traspasó fronteras. Durante el Foro Iberoamericano de Agencias Gubernamentales de Protección al Consumidor, que concluyó ayer en Buenos Aires, los reguladores de Argentina, Chile, España y México exhortaron a Ticketmaster a que garantice en el más alto nivel de protección al consumidor.
“La coordinación e intercambio de información entre agencias de protección al consumidor es importante cuando los consumidores se enfrentan a problemas similares con la misma compañía en distintas partes del mundo”, señaló el titular de Profeco, Ricardo Sheffield.
Del caos a la apertura
Según el Inegi, el producto interno bruto de la industria de espectáculos artísticos, culturales y deportivos en México sumó 341 mil 559 millones de pesos (mdp) en 2022, de los que según Statista, 12 mil 701 mdp provienen de la venta de boletos.
Tras la pandemia, el entretenimiento en vivo resurgió con fuerza a escala global. Se estima que en los próximos cinco años, el negocio de las boleteras crecerá 35.1 por ciento para llegar a 17 mil 160 mdp en 2027.
Ese es el tamaño de mercado por el que pelearán en México las empresas de venta de entradas a espectáculos que ya operaban y algunas que recién arribaron al país.
Una de ellas es Red Companies, que lanzó su marca Red Access, que inició operaciones en la pandemia.
Iván Ramírez, su director general, comentó a MILENIO que con ellos, los compradores tendrán la seguridad de que sus boletos no serán clonados y que su pago se genere de manera correcta, pues todo el proceso es en línea y los clientes no tienen que recoger tickets físicos pues reciben código QR.
Además personalizan sus boletos por artista o presen tación para evitar revendedores. Aseguran que su sistema de filas “no está manipulado”, ya que los problemas del mercado son por la reventa y no por una cuestión tecnológica.
Red Access es prácticamente nuevo en la competencia, pero ya han llevado la boletería de artistas como Ricky Martín y Hombres G, y operan también en Colombia y Centroamérica.
No son los únicos. Hace cuatro meses llegó a México la argentina Fanz que también promete seguridad con códigos QR personalizados y encriptados que se desactivan al momento de la entrada al evento.
Julián Neuss, su director general, explicó a MILENIO que prevén crecer 20 por ciento mensual en los próximos dos años, pero uno de sus mayores impedimentos son los contratos de exclusividad.
“Aun cuando llegues a una oferta atractiva en precio y en tecnología, estas marcas no te permiten entrar al negocio, tenemos que hacernos presentes para que cuando esos convenios forzosos con operadoras de espectáculos terminen, nos vean como una opción viable. Además, hay mucho mercado al interior de la República”, afirmó Neuss.
Guerra de comisiones
Según Statista los mexicanos gastan más al año en asistir a eventos deportivos que a espectáculos de música, pues en 2022 el gasto per cápita promedió 755 pesos para conciertos, y de mil 181 pesos para deportes.
Empresas grandes como Ticketmaster suelen agregar 20 por ciento de comisión por pagos de servicio más el costo de la transacción bancaria.
Otros operadores como Boletia cargan 12 por ciento más cinco pesos por cada boleto vendido; pero algunos de los nuevos jugadores están entre 7 y 8 por ciento. Boletópolis cobra 2.5 por ciento en ventas en línea, más 8.50 pesos por entrada si se paga con tarjeta de crédito o débito.
Actualmente boleteras chicas como Fanz realizan eventos de pequeña y mediana escala en diferentes estados sin contratiempos, pero dicen que su sistema está preparado para soportar conciertos masivos de 20 mil personas y prepararon acciones pi loto con éxito, por lo que estiman poder producir hasta 400 mil boletos mensuales en los próximos 18 meses.
En tanto, Red Access apuesta además a una inversión tecnológica constante; de inicio aplicarán dos millones de dólares en ello con un desarrollo continuo.
¿Adiós al líder?
Ticketmaster ya había presentado algunos problemas con los accesos a sus eventos, pero en diciembre de 2022 con el concierto de Bad Bunny en Ciudad de México, se reportaron cientos de quejas de personas que no pudieron ingresar al evento por supuestamente tener sus boletos clonados.
Y aunque la mayoría de los afectados ya recibieron un reembolso por parte de la empresa, para conciertos tan masivos como el de Taylor Swift sacaron un nuevo concepto de seguridad llamado Verified Fan.
Es por ello que el director de Red Access afirmó que esto abre el juego a los demás competidores en México.
“Es muy palpable, los eventos tenemos crecimientos de 20 y 25 por ciento mensual, y se da por dos cosas: la primera los artistas y lugares están volteando a ver a otras compañías que no les cobren tanto por un servicio que no es eficiente (…) y la otra es que va en aumento el número de eventos tras la pandemia (…) creo que el monopolio no lo tiene fácil y los pequeñitos estamos mordiendo en donde tenemos que morder”, destacó Iván Ramírez.
AMP