El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió que la recuperación, tras la crisis del covid-19, estará apalancada en las capacidades de las grandes empresas, de aquellos que tuvieron los ahorros suficientes para sobrevivir y para mantener sus activos, con ello se agudizará la desigualdad, crecerá aún más la pobreza, será muy complicado conseguir un empleo y las remuneraciones serán menores.
En su análisis semanal, refirió que si bien habrá tasas de crecimiento económico, eso no mejorará las condiciones de vida de muchas familias, pues las decisiones del gobierno federal durante la pandemia provocarán fundamentalmente un incremento en la desigualdad y en la pobreza, además de limitar a futuro un crecimiento económico sostenible.
El CEESP explicó que si bien hay una corriente de economistas que considera que el no haber endeudado al país durante la pandemia para apoyar a las empresas y a las personas tendrá el beneficio de que se mantienen finanzas públicas “sanas”, desde la perspectiva microeconómica se puede discrepar de esa afirmación.
Indicó que la salud de las finanzas públicas no radica solamente en el tamaño del déficit o del superávit, sino en la calidad de la recaudación y del gasto y en estos casos se perciben serios problemas.
El centro de estudios apuntó que la deuda del sector público sí aumentó, pues de 2018 a mayo de 2021, el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (SHRFSP), la definición más amplia de la deuda pública, lo hizo en 1.8 billones de pesos, que equivale a 7.2 puntos del Producto Interno Bruto (PIB) del primer trimestre del 2021.
Además, el gasto ha sido tremendamente improductivo, ya que no ha propiciado capacidades de crecimiento adicionales y la recaudación se ha basado en acciones, en muchos casos intimidatorias, delServicio de Administración Tributaria (SAT).
Aunado a esto, añadió, el gasto público se ha financiado utilizando ahorros destinados a otras cosas, de tal forma que el día en que se presenten no habrá recursos para enfrentarlas, tal es el caso del saldo del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), que ha sido una importante fuente de recursos para el gobierno en sus primeros dos años.
Al cierre del primer trimestre del 2021, el FEIP sólo contaba con 15 mil 800 millones de pesos, debido a que de este fondo, en 2019 se utilizaron 156 mil 500 millones y 214 mil 400 en 2020; además, se utilizaron los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), mismo que se extinguió y con ello se terminó con un mecanismo de probada eficiencia para mitigar los efectos de los desastres a nivel local.
En este contexto, afirmó el CEESP, no haber apoyado a las empresas pequeñas y medianas durante la pandemia, so pretexto de no endeudar al país, permitió una destrucción de capacidades de producción muy importante, se perdieron patrimonios familiares que sostenían a estas empresas que eran, además, la fuente de empleo y sustento de muchas personas.
Así, con la decisión del gobierno federal de no apoyar a las empresas, queda claro que cuando venga la recuperación muchas de ellas ya no estarán ahí y tampoco contarán con el capital para rehacer sus negocios, por lo que los ex empresarios tendrán que buscar empleo en una economía que no genera el suficiente, ni en número ni en calidad; entonces, la recuperación beneficiará a quienes tuvieron los ahorros necesarios para mantener sus empresas en pie.
MRA