Los fiscales alemanes ampliaron una investigación sobre manipulación de pruebas de emisiones al fabricante de vehículos de lujo Audi, de Volkswagen, para incluir al presidente ejecutivo Rupert Stadler entre los sospechosos acusados de fraude y publicidad engañosa.
Casi tres años después de que Volkswagen admitiera haber manipulado pruebas de emisiones en vehículos con motor diésel en Estados Unidos, la fiscalía pública de Múnich dijo que investiga a 20 sospechosos y que registró el departamento de Stadler y de otro miembro del directorio.
La noticia se conoce después de que el semanario alemán Bild am Sonntag informara que se descubrió que hasta un millón de autos de Daimler contenían dispositivos de emisiones ilegales, lo que demuestra que el escándalo de Volkswagen sigue afectando a la industria.
"Desde el 30 de mayo de 2018, el presidente del directorio de Audi AG, profesor Rupert Stadler, así como otro miembro del directorio son nombrados ahora como sospechosos", dijo la fiscalía de Múnich.
La investigación podría provocar una crisis de liderazgo en Audi y en su matriz Volkswagen, donde Stadler fue ascendido en abril al puesto de jefe de ventas del grupo.
Volkswagen declinó formular comentarios. Audi afirmó que está cooperando plenamente con los fiscales y Stadler estaba en una junta de directorio y no estaba disponible para comentar.
Audi, que es la marca que más contribuye a las ganancias de Volkswagen, admitió en noviembre de 2015 que sus motores diésel V6 de 3,0 litros estaban equipados con un dispositivo considerado ilegal en Estados Unidos que permitía que los automóviles evadieran límites de emisiones.
GGA