La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que a pesar de que se han dado importantes avances en materia educativa (pues, incluso, las mujeres han superado a los hombres), existe una brecha digital de género que deja a mujeres y niñas fuera de áreas estratégicas de la educación y del mercado laboral.
“Hemos visto que las mujeres en la región han logrado importantes avances en materia educativa llegando, incluso, a superar a los hombres con una tasa de conclusión de la educación secundaria superior a 6.1 puntos porcentuales; sin embargo, estos logros esconden patrones desiguales de género por disciplinas que se profundizan a medida que se avanza en la escolaridad básica y se agudizan en la educación superior, en donde las brechas de género se vuelven evidentes”, dijo el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs.
Durante su participación en la 64ª Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer, señaló que en áreas vinculadas con ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas, en la mayoría de los países de la región, la proporción de mujeres graduadas no supera 40 por ciento.
El secretario ejecutivo de la Cepal destacó que los campos más críticos para América Latina son ingeniería, industria y construcción, donde solo hay 30 por ciento de participación de mujeres en la matrícula de educación superior; en las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), sólo hay 18 por ciento de participación en la matrícula en educación superior.
Añadió que las brechas de género en la elección de campos de estudio a nivel terciario se reflejan también en la inserción y trayectoria laboral de las mujeres; por ejemplo, se manifiestan en las segregación ocupacional, en la sobre representación de las mujeres en sectores dinamizadores de la economía y de mayor productividad, vinculados a las áreas de ciencia, tecnología, energía, matemáticas, así como en las brechas salariales y, en general, en una menor participación de las mujeres en el mercado laboral.
“En este contexto, la desigual carga de trabajo de cuidados no remunerado constituye un nudo estructural crítico que impide la plena participación de las mujeres; al mismo tiempo, se estima que 26.7 por ciento de los empleos que desempeñan las mujeres tienen un riesgo medio o alto de sustitución tecnológica”, dijo Salazar-Xirinachs.
Puestos de trabajo hostiles
Agregó que a lo anterior se suma que aquellas mujeres que permanecen en carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas, frecuentemente se enfrentan a ambientes laborales hostiles y se ven relegadas en la producción científica, ya que, en promedio, menos de 30 por ciento de las patentes incluyen al menos a una mujer en el equipo inventor.
En la región, la participación de mujeres que publican en ciencias físicas y químicas es de 38 por ciento y sólo 30 por ciento en ingenierías.
Mujeres ausentes en innovación
El titular de la Cepal abundó en que las mujeres también están casi ausentes en las fronteras de innovación, donde los desarrollos de inteligencia artificial, robótica y en procesos de gestión a partir de grandes cantidades de datos, como big data, cuentan con escasa participación de mujeres, lo que se evidencia en la persistencia del sesgo de género en sus aplicaciones y estereotipos que estigmatizan y relegan a las mujeres en estos ámbitos.
“Esto es grave, como sabemos, las tecnologías digitales y las tecnologías de la información y la comunicación no sólo permiten el intercambio de información, ideas y conocimiento, sino que a través de este intercambio se puede acceder a otros derechos como la educación, el empleo, la salud, la justicia, entre otros. La brecha digital de género, por lo tanto, incide también en el ejercicio de la ciudadanía”, apuntó.
SNGZ