La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), a través del Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES), instó a los gobiernos a planificar la gestión pública los estados para fortalecer los vínculos con la ciudadanía y así fortalecer la democracia, ante un entorno económico volátil, incierto y desafiante.
“Ya no podemos concebir una política, un plan, sin que exista una participación y deliberación ciudadana que sea inclusiva y que también tenga elementos de innovación. Estamos viviendo una crisis climática, crisis económica, inflación, conflictos armados. Sus efectos realmente están golpeando al mundo y también a la región”, indicó la directora del ILPES, Cielo Morales.
En el marco de la XVII Conferencia de Ministros y Jefes de Planificación de América Latina y el Caribe, aseguró que pese a este entorno, existen oportunidades para transformar el modelo de desarrollo hacia uno que responda a las aspiraciones de un futuro mejor para todos con igualdad de derechos, acceso a los beneficios del desarrollo y sostenibilidad ambiental.
La directiva del ILPES reconoció que los países están avanzando pese a las dificultades y limitaciones de todo tipo, con esfuerzos por fortalecer la institucionalidad de planificación y de gestión pública a distintas velocidades y con distintos énfasis, pero las realidades son distintas y esas realidades están marcadas por un proceso histórico.
“Ese fortalecimiento de la institucionalidad le provee las herramientas para direccionar y re direccionar las acciones del estado, minimizando la improvisación para generar valor público y bienes públicos para toda la población, pero se requiere recalibrar las capacidades de los estados para hacerle frente a estos nuevos desafíos, para situar la planificación en ese contexto ni de crisis en cascada que estamos viviendo”, señaló Cielo Morales.
En este contexto, instó a renovar los vínculos de confianza con la ciudadanía y reconstruir esos puentes porque son la base del contrato social, pero están desgastados y se traducen en el malestar ciudadano que muchos países están experimentando.
“No es posible materializar esa visión de futuro sin planificar e implementar políticas que no cuenten con una participación ciudadana, activa, donde hombres y mujeres estén presentes en las discusiones y en la deliberación en absolutamente todos los niveles del Estado”, concluyó la directora del ILPES.MRA