Ante el aumento de la deuda pública que han presentado diversos países por el complejo escenario que se ha presentado por la pandemia del covid-19, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) propuso la creación de una agencia de calificación crediticia multilateral.
La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, refirió que se hace urgente contar con un mecanismo multilateral de reestructuración de la deuda soberana que vaya de la mano con la creación de una agencia de calificación crediticia multilateral, que pueda actuar como un contrapeso al actual oligopolio de las agencias de calificación crediticia.
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“Miren lo que ha sucedido en América Latina y el Caribe. De acuerdo con las calificaciones de Fitch, la región ha sido objeto de 19 rebajas en la calificación de crédito soberano. En el 2021, incluso algunos países como Chile que tienen fundamentos económicos sólidos, han sufrido una rebaja en su calificación crediticia. Esto no se entiende… ¡Estamos en una pandemia!”, señaló.
Durante el foro sobre el Financiamiento para el Desarrollo 2021 que se realiza esta semana bajo la organización del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC), la funcionaria de la Cepal hizo un fuerte llamado a transparentar las reglas y establecer un sistema multilateral de reestructuración de la deuda que evite, sobre todo en tiempos como el actual caracterizado por la crisis derivada de la pandemia del covid-19, agudizar la difícil situación económica de muchos países, especialmente en la región de América Latina y el Caribe.
“El principal obstáculo para la participación del sector privado en la renegociación y reestructuración de la deuda ha sido la ausencia de un equilibrio adecuado entre el interés público y el privado. Urge nivelar el campo de juego”, enfatizó Bárcena. “Es necesario garantizar una estrategia comunicacional eficaz entre los gobiernos y el sector privado para fijar objetivos y expectativas comunes”, dijo.
Bárcena señaló que la elección del momento oportuno y la rapidez son esenciales para el éxito de las iniciativas de reestructuración y renegociación de deuda. Estas deben ser lideradas por los acreedores oficiales y luego atraer a los acreedores privados; asimismo, la participación de los acreedores y sus intereses deben estar alineados.
Enfatizó además que el respaldo de las instituciones financieras internacionales es fundamental para facilitar la renegociación y reestructuración de la deuda, pero esto no debe involucrar una compensación (trade-off) entre estas iniciativas y las metas de crecimiento, empleo y bienestar de los gobiernos.
“La reestructuración (de la deuda) debe ir acompañada de iniciativas innovadoras que permitan desarrollar nuevos instrumentos de financiamiento, como las cláusulas sobre huracanes por ejemplo, que enlazan la capacidad de pago de los países con su exposición al riesgo a los desastres naturales. De igual manera, los bonos ligados al ingreso pueden tomar en consideración las restricciones que impone el sector externo, que son uno de los principales problemas que enfrentan muchos países de renta media”, puntualizó Alicia Bárcena.
lvm