En México aproximadamente se desperdician 20 millones de toneladas de comida en buen estado al año, siendo uno de los países con el nivel más alto de desecho de alimentos en Latinoamérica, de acuerdo Kim Durand director general y fundador de la startup Cheaf.
A nivel internacional alrededor de un tercio de los alimentos producidos se desperdicia cada año a nivel, además de que el sistema alimentario mundial emite alrededor de un tercio del total de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés).
En el marco del día internacional de concienciación sobre la pérdida y el desperdicio de alimentos, destacó que ante ese panorama y los niveles de pobreza que hay en México, es necesario acercar los productos en buen estado que están por desechar algunos restaurantes a personas de bajos recursos, con el objetivo de ofrecer una mejor alimentación y resolver, por lo menos parcialmente, este tema de pobreza.
Para Kim mucho de este desperdicio se debe a un tema de educación, “nosotros estamos educados a querer lo que tenga propiedades estéticas o de frescura de un producto para poder comerlo”, dijo
Agregó que este tipo de comportamiento del consumidor es algo que genera políticas internas dentro de las tiendas que nos venden estos alimentos, que hacen que estas políticas se vuelven cada vez más agresivas.
“Un supermercado que tiene productos hasta el 10 de junio lo podía vender antes, tal vez hasta el 9 de junio, ahora lo va a quitar 15 días antes por políticas internas y porque los usuarios están pidiendo este nivel de calidad. Entonces, básicamente el comportamiento del usuario es lo que genera un poco este desperdicio”, ejemplifico.
Además destacó que para los restaurantes los kilos de comida desechados equivalen aproximadamente entre 37 mil millones de dólares al año y 45 mil millones.
Ante ese panorama detalló que a través de su marketplace, ayuda a restaurantes y tiendas de comida a vender sus excedentes creando paquetes “sorpresa” con los alimentos que sus socios decidieron no vender debido a políticas internas, de modo que los usuarios puedan adquirirlos con descuentos de hasta 65 por ciento.
“Desde un lado, el restaurante, el negocio de comida está recuperando sus costos de producción, está adquiriendo un cliente nuevo también. Por otro lado, nosotros tenemos disponible más opciones de comida de bajo costo, y además estamos ayudando al medio ambiente”, agregó.
Kim destacó que en el país en tres años de operación ya registran un poco más de un millón de descargas de la plataforma, rescataron 1.2 millones de kilos de comida, además de que ya cuentan con aproximadamente mil 500 negocios participantes como la cadenas Maison Kayser, El Globo, Montparnasse, Tierra Garat, Hotel Ibis, Fiesta Inn y Sanborns.
Destacó que a diario rescatan 80 por ciento de los excedentes disponibles en la plataforma y las sucursales afiliadas más exitosas llegan a recuperar más de 30 mil pesos netos al mes.
Kim comentó que a través de su app cobran una comisión por el precio final de los paquetes de comida que arman los restaurantes para poner en venta.
“Estos paquetes pueden contener tres, cinco, siete panes, dependiendo de la panadería. Tú, como usuario, no puedes escoger cuáles son estos panes, ni conoces el detalle exacto de lo que contiene, pero saben que son panes de esta panadería y que son buenos”, explicó.
“Tenemos 20 mil millones de kilos que se van a la basura cada año, es 20 mil veces más de lo que nosotros hemos logrado rescatar. Entonces, la misión va mucho más allá de lo que logramos hacer hasta el momento”, señaló.
Durand comentó que a pesar de que los bancos de alimentos son un buen aliado requieren muchos esfuerzos logísticos para empezar.
Detalló que en la Ciudad de México pueden pasar las camionetas de los bancos de alimentos a Guadalajara dos o tres días, pero en Guadalajara tal vez va a ser cada tres días, y en Tepic va a ser una vez.
“Esta red es difícil de crear, la parte logística y de infraestructuras es algo que es necesario para que los bancos de alimentos puedan funcionar, para empezar. Además de que los productos que requieren cadena de frío no pueden donarse a los bancos de alimentos por tema de salud potencial”, dijo.
Además, señaló que hay algunos productos que ni siquiera califican, por ejemplo por tema de cantidad, ya que un banco de alimentos no va a pasar por a la tienda si está solo va a donar los cinco panes que quedan al final del día.
“Estamos tratando de concientizar y educar al mercado sobre el impacto del desperdicio de alimentos porque hacerlo es algo que va a permitir a los clientes exigir que se tomen acciones de sostenibilidad”, dijo.
“Las empresas, los consumidores y la tecnología tienen el poder y la responsabilidad de acelerar el cambio de mentalidad en América Latina, de modo que se agilice el impacto de esa ola y sus ventajas, tanto económicas como medioambientales”, finalizó.
PMA/EDD