China presentó un plan de cinco años para fortalecer el control regulatorio sobre sectores estratégicos como el de tecnología y de atención de salud, en la última campaña de Pekín para imponer la supremacía del Partido Comunista sobre la segunda economía más grande del mundo.
El Comité Central del partido y el Consejo de Estado, o gabinete, publicaron conjuntamente un documento de políticas a última hora del miércoles que ampliará la legislación gubernamental y construirá un entorno regulador moderno para “satisfacer las crecientes demandas de la gente por una mejor vida”.
El lanzamiento del plan se produjo después de una serie de medidas regulatorias que sorprendieron a los inversores en empresas chinas y eliminaron decenas de miles de millones de dólares de las valoraciones de algunos de los grupos de tecnología más grandes del país.
Al parecer, Pekín utilizó la publicación para dar dirección sobre la amplitud y duración de su revisión regulatoria, incluso cuando el amplio documento no ofreció una lista de instrucciones o medidas concretas.
Los analistas dijeron que la ofensiva se va a intensificar.
“Las agencias reguladoras en China van a continuar examinando a las compañías en los sectores relacionados con la tecnología e internet en una variedad de temas, como las salidas a bolsa en el extranjero, la seguridad de datos, la privacidad del consumidor, las prácticas anticompetitivas y las irregularidades en las fusiones”, comentó Bruce Pang, jefe de investigación del banco de inversión China Renaissance.
El documento de amplio alcance puso de relieve la “urgente necesidad” de contar con una legislación adicional para regular los sectores de tecnología y educación y resolver las cuestiones antimonopolio esenciales para mejorar los medios de vida de las personas.
Se debe hacer una investigación oportuna para construir marcos legales para la economía digital, las finanzas de internet, la inteligencia artificial, el big data (los macrodatos) y la computación en la nube para garantizar que “los nuevos modelos de negocios se desarrollen de manera saludable”, se agrega en el esquema.
Pero Pang dijo que el sector de tecnología de China va a seguir enfrentando presión sobre una serie de desafíos socioeconómicos que Pekín considera que deben ser abordados. “Anticipamos una disrupción a corto plazo en el sentimiento del mercado y la presión sobre las valoraciones de las compañías chinas que cotizan en el extranjero en sectores relacionados, en medio del riesgo de un exceso regulatorio”.
“Los responsables de la formulación de políticas desean abordar y resolver los problemas sociales de manera eficaz y eficiente para garantizar la equidad social, la justicia, la igualdad y la seguridad nacional, así como para prevenir riesgos”.
Varios reguladores chinos dieron a conocer una amplia gama de reglas en las últimas semanas que buscan poner límites a varios sectores y empresas en nombre de la protección de la seguridad nacional y la estabilidad social.
El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información publicó ayer una versión final de sus directrices para coches inteligentes. Las normas estipulan que las empresas que buscan exportar datos de usuarios o vehículos deben someterse primero a una revisión de seguridad por parte de los reguladores. También va a ser necesaria la aprobación antes de actualizar el software de conducción autónoma de los autos.
La Comisión Reguladora de Banco y Seguros de China, también dio a conocer un plan para reformar la industria de seguros en línea del país.
Se ordenó a las compañías e intermediarios del sector que corrijan una serie de preocupaciones, entre ellas las prácticas de seguridad de los datos de los clientes, la mercadotecnia y los honorarios, de acuerdo con un aviso que pudo ver el Financial Times. El regulador lo calificó como un compromiso político significativo y dijo que va a intensificar las inspecciones.
Los mercados de valores chinos registraron una baja generalizada ayer tras el anuncio, y el índice Hang Seng Tech de Hong Kong cayó alrededor de uno por ciento.
Thomas Gatley, un analista del grupo de investigación Gavekal Dragonomics, que tiene su base en Pekín, comentó que el ritmo y la intensidad de las intervenciones regulatorias repentinas probablemente se van a moderar, pero que la campaña que hace el gobierno “no estará exenta de contratiempos”.
Gatley dijo que las reformas se van a dividir en dos categorías amplias: control sobre la información y “directrices comunes de prosperidad”, o formas de “cuidar a las personas de clase media tanto en su papel de consumidores como en su papel de trabajadores”.
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