Luego darse a conocer un video en el que Raymundo, un joven regiomontano con discapacidad, llora mientas le cuenta a su mamá que consiguió trabajo en un Cinépolis de Monterrey, nos dimos a la tarea de averiguar si esta práctica es común en la empresa o si sólo se trataba de una bonita coincidencia. Tenemos buenas noticias.
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En los últimos dos años la cadena mexicana Cinépolis, de Alejandro Ramírez, ha contratado a 400 personas con algún tipo de discapacidad, en 81 ciudades del país.
“Cinépolis es una empresa que se muestra a favor de la diversidad e inclusión, sabe que un equipo diverso enriquece la operación y puede sensibilizar al resto de la población”, expone en la página de Fundación Cinépolis.
Mujeres embarazadas o con hijos, personas con discapacidad, indígenas, personas mayores de 35 años y de la tercera edad, personas con VIH y miembros de la comunidad LGBTTTI, son los grupos sociales que más enfrentan discriminación laboral de acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), por lo que son estos grupos vulnerables los que la empresa busca incorporar a sus filas.
“Una relación laboral siempre debe de ser justa, se trata de un intercambio remunerado por un servicio que ofrece una persona a una empresa, pudiendo beneficiarse verdaderamente ambas partes de dicho convenio, sin embargo no todo se trata de dinero”, expone la empresa.
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De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) las personas con discapacidad representan cerca de mil 800 millones de personas, o sea 15 por ciento de la población mundial.
De ellos, 80 por ciento están en edad de trabajar. “Sin embargo, su derecho a un trabajo decente, es con frecuencia denegado. Las personas con discapacidad, en particular las mujeres con discapacidad, se enfrentan a enormes barreras actitudinales, físicas y de la información que dificultan el disfrute a la igualdad de oportunidades en el mundo del trabajo”, se expone en el portal del organismo.
Las personas con estas condiciones se enfrentan a mayores tasas de desempleo e inactividad económica y están en mayor riesgo de una protección social insuficiente -la cual es clave para reducir la pobreza extrema, señala.