En México se conservan estereotipos negativos sobre los géneros sexuales, teniendo como consecuencia una baja participación laboral de las mujeres.
De acuerdo con la firma financiera Citibanamex, a pesar de que algunas de estas ideas cambian desde las últimas décadas, ciertos roles masculinos y femeninos prevalecen en México y tienen impactos sobre la violencia de género.
Estereotipos afectan mercado laboral nacional
Destacó que los estereotipos explican, en parte, el comportamiento de las mujeres en el ámbito económico y su baja participación en el mercado laboral, ya que 23.1 por ciento considera que el hombre es responsable de llevar dinero al hogar; 13 por ciento señala que es el que debería ganar mayor salario que la mujer; 5 por ciento que el género masculino tiene mayor capacidad para trabajar o estudiar.
Sin embargo, al revisar las opiniones de que la mujer es quien se debe dedicar a las labores domésticas, los porcentajes muestran una tendencia positiva, pues solo 13.8 por ciento piensa así. Sobre la responsabilidad del cuidado de hijos y personas enfermas y ancianas, solo 8.1 por ciento considera que debe caer sobre los roles femeninos. Los porcentajes son relativamente bajos, representando una victoria en la lucha por la equidad de género, señaló el grupo financiero.
También el banco señaló que contrario a lo que se cree, el nivel de ingreso no impacta directamente en las tasas de violencia de género del país, por lo que resaltó la necesidad de políticas públicas focalizadas.
“Al analizar la relación que existe entre la prevalencia de la violencia de género y el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita (excluyendo petróleo) a nivel estatal en México, queda claro que el ingreso en sí mismo no está mejorando la situación de las mujeres en cuanto a su vulnerabilidad en materia de violencia de género. La correlación es prácticamente cero, lo que implica que en los estados con mayores niveles de PIB per cápita no tuvieron necesariamente menor incidencia de violencia de género”.
Ante todo este panorama la firma financiera señaló que si bien el crecimiento económico no tiene un papel decisivo en la reducción de la desigualdad y violencia de género, en la otra dirección, fortalecer el papel de la mujer sí puede beneficiar al desarrollo y llevar a un mayor crecimiento económico.
Explicó que actualmente las mujeres representan 40 por ciento de la fuerza laboral mundial, por lo que eliminar las barreras en ciertos sectores u ocupaciones llevaría aumentos en producción mediante incremento en participación y productividad laboral de hasta 25 por ciento en algunos países.
En segundo lugar, dijo que si aumentara el control de recursos del hogar por parte de mujeres, como ingresos propios o transferencias, incrementaría el gasto en alimentos y educación en beneficio de hijos, mejorando así las perspectivas de crecimiento de largo plazo.
Por último, indicó que dar lugar a las mujeres como agentes económicos, políticos y sociales cambiaría decisiones políticas y haría que las instituciones sean más representativas de una variedad de voces.
EDD