Más del 50 por ciento de las empresas familiares mueren durante la transición generacional a falta de un modelo y preparación para el cambio, de acuerdo con los hallazgos del libro Sucesión en la Empresa Familiar: Historias de Éxito.
La publicación elaborada por Citibanamex y el Tecnológico de Monterrey, aseguró que cómo empresas familiares en México y el mundo enfrentan el problema de una alta mortandad. La mayoría de las compañías no sobreviven al fundador, sólo una tercera parte llega a la segunda generación y poco más de 10 por ciento sobrevive hasta la tercera generación.
“Esto ocurre en más del 50 por ciento de las empresas, y es un fenómeno negativo, sean familiares o no, por todo lo que se tiene que hacer después de que desaparecen. En el mejor de los casos se vende y no se pierden empleos, productividad ni competitividad, simplemente está en manos de otros lideres, pero cuando se deshace la empresa la ponemos en las estadísticas que afectan la imagen a este tipo de empresas”, dijo María Fonseca, directora del Instituto de Familias Empresarias del Tecnológico de Monterrey.
Carlos Urquiza, fundador y director ejecutivo del Centro para el Desarrollo de la Empresa Familiar de Citibanamex, agregó que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las empresas familiares representan 90 por ciento de las unidades de negocio en México, una de las principales fuentes de empleo, innovación y riqueza.
Fonseca agregó que al menos 85 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país es generado por empresas familiares, sean o no longevas; pese a esto México, la recuperación de este tipo de negocios no han logrado recuperarse a niveles de otros países del mundo.
Agregó que entre los hallazgos de esta edición se encuentra que la generación millennial, nacidos entre 1981 y mil 1995 están tomando el mando de las empresas y son más propensos a generar cambios institucionales dentro de los modelos de negocio de las firmas.
Sin embargo, el no contar con gobiernos corporativos sigue siendo una tendencia, aunque está cambiando con la creación de los consejos de administración de las empresas familiares como una mayor conciencia de tener consejeros independientes que permite una toma de decisiones externa y promueve la institucionalización.
MRA