Por años, el efectivo se ha posicionado como el principal método de pago. Tanto así que, a la fecha, todavía mantiene su fortaleza y preferencia en la mayoría de las transacciones actuales. Aunque con el tiempo, las tarjetas de crédito y débito han ganado terreno al convertirse en las favoritas de los usuarios para ciertos segmentos de la población, sobre todo por la practicidad que ofrecen y la seguridad que garantizan. Sin embargo, en diversos países de Europa, la innovación ha ganado terreno y la tecnología contactless está liderando el sector de pagos. En México, la historia es aún diferente.
“Es importante seguir habilitando el ecosistema para que todos los sectores de la población puedan realizar este tipo de transacciones y así mismo, continuar comunicando a todos los usuarios, los beneficios que ofrecen y cómo pueden hacerlo con toda confianza y seguridad”, expone Héctor Meza, country head de Ingenico México.
El director explica que las mayores ventajas que destacan al utilizar la tecnología contactless son la rapidez y la eficiencia en el proceso de pago, debido a que solo basta con pasar la tarjeta o teléfono móvil sobre el lector, una cualidad que los compradores -sobre todo de las nuevas generaciones- valoran de las tiendas. “La instantaneidad, sin duda, es un intangible que ya no se debe dejar de lado, porque genera lealtad a largo plazo”, agrega Meza.
Otra ventaja destacable, es la flexibilidad, al permitir una mayor variedad de dispositivos de pago, que van desde tarjetas, teléfonos móviles, tabletas y relojes inteligentes. De esta manera, las personas pueden pagar de la forma que más les convenga, sin enfrentarse a barreras como no contar con un sistema específico.
“Las tarjetas contactless son una forma rápida y cómoda de pagar y se aceptan en muchas tiendas, sobre todo en grandes marcas. La situación es que en México aún nos falta mucho avance en temas de bancarización, lo que es necesario, para usar esta tecnología. Aunado a esto, prevalece el temor que tiene el país (usuarios y comercios) sobre su seguridad”, resalta Héctor Meza.
Claves de crecimiento
A pesar de que la tecnología contactless está cada vez más presente en el país, el desafío es claro: mayor adopción. Y es que su penetración todavía es baja, ya que a pesar de que 70% de las tarjetas emitidas en México están habilitadas para pagar por este medio, menos del 1% de las transacciones se hacen utilizando esta tecnología, y en la mayoría de los casos es por desconocimiento, indica el country head de Ingenico México.
“Es necesario seguir incentivando su uso, así como fomentar la bancarización, y eso se puede hacer con cuatro acciones: que todos los adquirentes soporten la tecnología, tener terminales aptas para ello, que las tarjetas se habiliten y concientizar a comercios y usuarios”, dice Héctor.
Respecto a los adquirentes (quien emite la terminal de pago), es necesario que soporten el envío de transacciones de ese tipo. Es decir, que si se hace un pago contactless, el comercio lo pueda aceptar sin problema, teniendo el software adecuado y que esté en constante actualización.
Las terminales también deben actualizarse, pues una gran parte siguen operando con el método tradicional de insertar la tarjeta para leer el chip o deslizarse en una cinta magnética. Si bien, 1.7 millones de terminales cuentan ya con tecnología contactless -lo que representa el doble de dispositivos de 2022-, aún es necesario actualizar las que no están habilitadas para soportar esta tecnología. Asimismo, que las nuevas ya cuenten con este sistema. En Ingenico, desde 2018 todas sus terminales ya cuentan con tecnología contactless.
“Como cualquier dispositivo celular o computadora, las terminales punto de venta requieren cambios a nivel de software para tener nuevas funcionalidades, para el caso específico de contactless esto tiene cierta complejidad, pues se requieren desarrolladores especializados y certificaciones nuevas a ser completadas por el adquirente, además el proceso de actualización de los equipos en los comercios es bastante completo y requiere una inversión de capital y recursos humanos. Por lo anterior, a pesar de que, al nivel del hardware, todos nuestros productos cuentan con esta tecnología, no necesariamente están habilitados para soportarlo en cada comercio”, agrega Héctor.
Finalmente, las tarjetas también deben estar diseñadas para ello. Actualmente, una gran parte sigue teniendo el sistema tradicional, pues hace tan solo cuatro años, no existían este tipo de pagos. En promedio, 93 millones de tarjetas emitidas (70 por ciento) tienen la tecnología, pero para lograr llegar al 100 por ciento implica una inversión de alrededor de 100 millones de dólares, “algo que es muy alto para los bancos, por lo que muchas veces optan por continuar con los esquemas tradicionales de transacciones y que la renovación tecnológica se vaya dando con el tiempo”, concluye Héctor Meza, country head de Ingenico.
MRA