Cambios en el área energética, modificaciones a los impuestos y continuidad del libre comercio son algunos de los puntos económicos en que coinciden los cuatro candidatos a la Presidencia de la República.
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El asesor económico de la coalición Juntos Haremos Historia, que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO), Gerardo Esquivel, reconoce que la carga tributaria en México es baja comparada con otros países de América Latina y que es necesaria una reforma fiscal, pero considera que antes de plantear cambios hay que demostrar que los recursos públicos se están aprovechando de una mejor manera.
En la presentación de la propuesta económica de la coalición, en la Facultad de Economía de la UNAM, Esquivel dijo que, de ganar las próximas elecciones, la administración de AMLO no planteará cambios en el esquema fiscal en la primera parte del sexenio, pero en la segunda sí es posible considerarlo, porque habrá más presiones en el gasto, como la parte de pensiones.
El asesor económico de la coalición Por México al Frente, que postula a Ricardo Anaya, Salomón Chertorivski, indicó en el mismo foro que más que pensar en una reforma hacendaria, es necesario considerar un pacto que incluya discutir cada uno de los impuestos.
En la UNAM dijo que una propuesta en la parte impositiva es llevar a una tasa cero el impuesto sobre la renta (ISR) de los trabajadores que ganan menos de 10 mil pesos.
Explicó que esa reducción implicará que el erario público deje de recibir alrededor de 70 mil millones de pesos, pero eso se complementará con un conjunto de acciones en materia netamente impositiva.
Desde la coalición Todos por México, el asesor económico de José Antonio Meade, Luis Madrazo, dijo a MILENIO que el país no requiere una reforma fiscal adicional, como fue necesaria hace algunos años, y “si se hace es mejor hacerla cuando no se necesite”.
No obstante, propone un diagnóstico de las necesidades de desarrollo del país que tienen implicaciones en el gasto y el ingreso y, con base en eso, si se requieren ingresos adicionales, se puede discutir, pero siempre y cuando tenga como ancla la estabilidad de las finanzas públicas.
Explica que el problema no es el impuesto al valor agregado (IVA) ni en el ISR, sino las imposiciones locales, predial básicamente, donde hay un gran hueco que afecta la capacidad de los gobiernos para dar atención a los ciudadanos, como seguridad y educación.
El candidato independiente, Jaime Rodríguez, propone disminuir el IVA de 16 a 10 por ciento y el ISR de 35 a 25 por ciento. Esto con el objetivo de que los mexicanos cuenten con mayores recursos y pueda reactivarse la economía; “más dinero para la gente, menos para el gobierno” es su lema.
Sector energético
En materia energética, para Ricardo Anaya, el objetivo primordial es la generación limpia. De acuerdo con lo establecido en su portal de internet, propone que las energías renovables lleguen a los hogares de los mexicanos con la instalación de techos para la captación del recurso solar.
También considera impulsar la movilidad de la gente de manera no motorizada y eléctrica, mediante incentivos fiscales y financieros, así como fomentar que al menos un tercio de las pequeñas y medianas empresas cuenten con energía solar, mediante un programa de financiamiento asequible.
Jaime Rodríguez plantea otorgar subsidios y recortar impuestos a empresas que reduzcan sus contaminantes.
En relación con los precios de las gasolinas, Esquivel señala que el punto no es subsidiarlas, sino congelar su precio en términos reales; es decir, descontar la inflación, pues de lo contrario será una pérdida de recursos.
Explica que el problema es que Pemex compra las gasolinas más baratas y las vende 40 por ciento más caras, debido a decisiones de política pública, en el entendido de que para la empresa productiva del Estado es más rentable ese esquema que invertir en producción.
Es así que habrá un equipo especializado que determinará si es más rentable elevar la capacidad instalada de las refinerías o construir nuevas, al tiempo que se revisarán los contratos del sector energético para combatir los actos de corrupción, pues este elemento limita la inversión, y lo que busca es favorecerla.
Referente al controvertido discurso de echar para atrás la reforma energética, Esquivel dijo en un foro organizado por Bloomberg que la preocupación es la corrupción en los contratos asignados, por lo que se buscará que estén apegados a derecho, no cancelarlos.
Sin embargo, Luis Madrazo considera que revisar los contratos causa incertidumbre, y ya se tienen capitales privados comprometidos superiores a 190 mil millones de dólares; “si uno ataca la seguridad jurídica de esas inversiones, no se van a realizar”, y eso implicará menores oportunidades de empleo.
A favor del TLCAN
En materia de comercio, el asesor económico de José Antonio Meade señala que el candidato está a favor del libre tránsito de mercancías y considera que México tiene un abanico de elementos para lograr una buena negociación con Estados Unidos, pero asegura que el futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) obedece a factores políticos con el vecino del norte, por lo que México tiene que ser firme.
“Tenemos que estar preparados para las contingencias, con todos los elementos, la capacidad y el conocimiento de todos los rubros de la relación. México, por geografía y por demografía, tendrá una relación muy intensa comercialmente con EU, al menos por una generación. Debemos mantener esa relación tan amplia como compleja, y tenemos que manejarla con mucha capacidades e inteligencia”, afirma.
El asesor de la coalición Juntos Haremos Historia se mostró, ante estudiantes de la UNAM, a favor del TLCAN y, en general, del libre comercio, pero considera necesario que la próxima administración participe en el debate.
No obstante, si la renegociación del TLCAN se da antes, se revisará para ver que todo esté en beneficio del país y de la región en su conjunto; de ser así, “no habrá ninguna razón para rechazarlo”, puntualiza.
Ricardo Anaya considera que México debe defender los intereses nacionales y los derechos de los mexicanos que viven en EU; para ello, es indispensable que el país ponga sobre la mesa todos los aspectos de la relación bilateral.