Las instituciones públicas y privadas en México carecen de indicadores reales para medir el impacto de las alzas en productos de la canasta básica, es decir, conocer en qué ciudades es más barata o cara la vida. A pesar de los esfuerzos realizados por el Inegi, muchos datos no están acordes a la realidad de la mayoría de las familias en el país.
Julio Boltvinik, profesor del Colegio de México, explicó que se requiere por parte de asociaciones civiles, incluso universidades, contar con mediciones precisas para aclarar precios de alimentos y servicios básicos para la población. Si bien lo más cercano es el Índice Nacional de Precios al Consumidor, no plasma las variaciones, como ejemplo, un platillo en Tampico como en Tijuana, en Ciudad de México o en el sureste del país.
Lo anterior lo mencionó en una ponencia realizada en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), como parte del Seminario XXI de la Red Mexicana de Investigación de Política Social. En esta sede del Campus zona sur, se abordó el tema post covid-19 y la afectación que tuvo la emergencia sanitaria en el capitalismo.
"Es un problema no tener datos para calcular el costo de la vida. La línea de pobreza que usamos es igual para todo el país, pero hay situaciones heterogéneas, los productos se adquieren a costos diferentes en el norte del país a diferencia del centro y sur. Por ejemplo, Tamaulipas, Baja California, Baja California Sur o Nuevo León están en situación de menos pobreza por ganar más", agregó.
Involucrar más partes
Para ello, propuso que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía realice el esfuerzo para tener datos absolutos de los precios. Incluso, la participación de la academia y otros organismos civiles enfocados a realizar estudios sobre el comportamiento social y su economía, apoyarán esta iniciativa.
"La fortuna que tiene Tamaulipas es estar entre las entidades donde se registra menos pobreza a partir de sus buenos ingresos, sin embargo, nos falta tener con precisión qué tan barato o caro sale conseguir sus productos. La aportación que hagan universidades como la propia UAT, a través de investigaciones, nos ayudarán a captar el nivel de la canasta básica en el país", puntualizó.
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