El Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus sigla en inglés) advirtió que para combatir la desigualdad no solo se requieren políticas monetarias, también fiscales y estructurales, pues la primera aborda sólo una parte de los componentes que pueden crear sociedades más equitativas.
En un documento, el organismo internacional refirió que la política monetaria puede contribuir de manera más efectiva a tener una sociedad más equitativa cumpliendo su mandato, al mantener una inflación baja y controlando la inestabilidad macroeconómica y financiera que perjudica desproporcionadamente a los pobres, pues reduce el poder adquisitivo.
Resaltó que contener una inflación baja es especialmente relevante en la actualidad, dado el aumento de los precios de la energía y los alimentos que representan una mayor proporción del consumo entre los hogares de menores ingresos, pero además, los bancos centrales también pueden ayudar a mitigar la desigualdad económica usando herramientas como autoridades prudenciales, promotores del desarrollo y la inclusión financiera y guardianes de los sistemas de pagos.
El BIS explicó que los niveles más altos de desigualdad de ingresos implican recesiones más profundas, y las recesiones tienden a tener un efecto muy persistente en la desigualdad de ingresos. La participación en los ingresos del 10 por ciento más rico de la población generalmente aumenta después de las recesiones y, por lo general, permanece más alta durante los años siguientes.
Para contrarrestar esto, abundó, las políticas monetaria y fiscal deben tratar de reducir la frecuencia y la profundidad de las recesiones pero, especialmente, la política fiscal debe tratar de limitar aún más los efectos de las recesiones y la persistencia de la desigualdad de ingresos.
Además, agregó el organismo liderado por Agustín Carstens, las políticas estructurales bien establecidas para reducir la desigualdad y las políticas tradicionales de estabilización podrían diseñarse e implementarse mejor para que ayuden a reducir tanto la desigualdad, como la inestabilidad macroeconómica de manera coordinada.
En este sentido, sinergias se pueden encontrar, por ejemplo, al hacer que la estructura del impuesto sobre la renta sea más progresivo y al fortalecer los planes de seguro de desempleo, pero para que las sinergias aumenten la eficacia de ambas políticas, deben ir de la mano de intervenciones equilibradas y sostenibles que se adapten a las circunstancias locales específicas.
Por ejemplo, señaló el BIS, la dependencias del gobierno encargadas de la hacienda pública y de los asuntos sociales podrían utilizar datos para reevaluar el costo y los beneficios de iniciativas redistributivas específicas, como dotaciones de capital para pequeñas y medianas empresas (pymes), innovación y creación de nuevas empresas, además de acciones para aumentar la inclusión financiera.
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