El cierre de puerta a las importaciones de combustibles es una de las causas más fuertes del crecimiento en la adulteración de combustibles en el país en los últimos años, de acuerdo con el director general del laboratorio de control de calidad de combustibles Ciefsa, Andrés Gutiérrez.
En un webinar organizado por la consultora e-Services, el directivo señaló que a partir del 2020 comenzó un gran incremento en el combustible adulterado, derivado de la prohibición que impide a los importadores internar producto al país.
"A partir de 2021 se generó un cambio bastante radical porque empezó a haber problema con los importadores, que ya no podían internar producto propio, sin embargo, tenían que seguir vendiendo producto", explicó.
Derivado de este hecho, Andrés Gutiérrez dijo que se dio el caso de que en algunas empresas tuvieron que comprar producto a través de comercializadores, además empezaron a tener escasez de producto y se empezó rebajarlo para tener mayor abundancia.
El experto dijo que muchas veces el gasolinero no está enterado de dichas acciones y puede ser acreedor a una sanción, o incluso pisar la cárcel, por comercializar estos productos a pesar de su desconocimiento.
"Hemos encontrado muchísimos casos en el que el producto se hace directamente de una adulteración por parte del comercializador o la persona que se encarga toda la logística, desde el trasvase, que es cuando llega la pipa y se está cargando o muchas veces en el transporte. Hay casos muy particulares que hemos visto que en el transporte también se tiene un alto porcentaje de adulteración", advirtió.
El director general de Ciefsa dijo que existen casos en los que se manda a cargar un pipa de combustible a la terminal, y cuando llega a la estación de servicio ya trae el producto adulterado.
Andrés Gutiérrez explicó que normalmente cuando se hace una adulteración de producto, se lleva a cabo a través de combustible en la gran mayoría del producto, seguido de una parte de naftas (que es un derivado del petróleo pero con una menor calidad) y por último con alcoholes.
"Si el combustible tiene 87 octanos promedio, la nafta tiene 74, entonces el octanaje no les da y empiezan a tener problemas en los vehículos. Lo que hacen últimamente para aumentar el octanaje es que utilizan alcoholes que tiene 110 octanos en promedio, entonces incrementan el octanaje que pierde con la nafta", acusó.
El experto dijo que aunque se fijan mucho en cumplir con el parámetro del octanaje, existen otros indicadores que al haber mezclado se salen completamente del control de calidad, y generan problemas.
"El alcohol no es malo, el etanol es un producto en el que se debería de incursionar en México, y ponerle a las gasolineras, pero con cuidados específicos, de una calidad específica y con la mezcla adecuada", propuso.
Sin embargo. en estas adulteraciones se utiliza el alcohol más barato que es el metanol, y este tiene efectos corrosivos para los vehículos diseñados para funcionar con derivados del petróleo.
SNGZ