A medida que el consumo de la demanda de energía se duplique por la electrificación y aumente su participación, los tres combustibles fósiles: petróleo, gas y carbón, verán una desaceleración y alcanzarán su pico máximo antes de lo previsto, prevé McKinsey.
De acuerdo con el reporte Perspectivas Globales de Energía de 2021, la compañía estima que el crecimiento de la demanda de petróleo se desacelera en la década actual y alcanza su punto máximo a fines de la década de 2020, impulsado por la disminución del transporte por carretera y el impacto del covid-19.
"La demanda en los principales mercados, como Estados Unidos y la Unión Europea, ya alcanzó su punto máximo y muestra una disminución gradual durante más de una década. El crecimiento continuo de la demanda está impulsado por los productos químicos y la aviación, así como por las economías emergentes".
- Te recomendamos Aumenta diálogo entre IP y el gobierno mexicano sobre el sector energético: IEnova Negocios
Respecto al gas la consultora dijo que la demanda de gas sigue creciendo hasta finales de la década de 2030, con algunos sectores con el mayor crecimiento como productos químicos, otras industrias y construcción.
"Después del pico, la disminución de la demanda de gas es impulsada por el sector de la energía, ya que el gas cambia su papel de proveedor de carga base a proveedor de flexibilidad".
Para el carbón, McKinsey señala que continúa el declive, en un entorno donde el sector de la energía, el gas y cada vez más, las renovables muestran un crecimiento neto impulsado por el crecimiento económico en India y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Sin embargo, la compañía aclaró que a pesar de la disminución a largo plazo de la demanda de los tres combustibles fósiles, cada uno continúa desempeñando un papel clave en el panorama energético mundial y sin más políticas de descarbonización, más de la mitad de toda la demanda mundial de energía provendrá de los combustibles fósiles para 2050.
srgs