De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF 2018) 34 por ciento de la población adulta en el país lleva un registro de sus ingresos y gastos, sin embargo, 88 por ciento solo lo tienen mentalmente o en papel. Una encuesta de la Asociación Mexicana de Afores (Amafore) señala que en México 7 de cada 10 jóvenes acostumbran ahorrar, sin embargo, solo 30 por ciento decide invertir estos ahorros en instituciones financieras.
De acuerdo con Bernardo López, subdirector de Consultoría Actuarial de Lockton México, cuando inicia la etapa laboral las personas no cuentan con ningún capital que se multiplique por sí mismo, por lo que es ahí donde debe iniciar el ahorro o la generación de recursos para la jubilación.
“Usualmente para iniciar a ahorrar esperamos contar con nuestro fondo de ahorro, aguinaldo, reparto de utilidades, entre otros. Si bien este puede ser un paso, la recomendación es considerar el ahorro como aquella parte de los ingresos diarios que debemos apartar antes de iniciar con el gasto de necesidades básicas y cotidianas, es decir, el ahorro no debe provenir de los excedentes, sino debe contemplarse como una aportación mensual”.
Lo más importante es entender que al finalizar de la etapa laboral todos los ingresos provendrán del ahorro o capital que se haya generado previamente, de ahí la importancia de generar una inversión inteligente. Por ejemplo, si una persona ahorra a un plazo de 30 años los recursos dependerán entre 77 y 85 por ciento de los intereses que se hayan generado, y solo entre 15 y 23 por ciento del ahorro que realice.
En México -mencionó- sólo 78.5 por ciento de la población ahorra, sin embargo, solo 15 por ciento lo hace de manera formal, es decir, es muy probable que, si no se invierte el ahorro de forma tal que se generen intereses mayores o iguales a la inflación, se perderá una parte importante del capital.
Algunos tips
Por ello algunas recomendaciones para invertir, de tal forma que los recursos al momento del retiro se maximicen son:
- Invertir de manera constante y en instituciones que maximicen tus rendimientos.
- Invertir a largo plazo.
- Diversificar las inversiones, no invertir todo el capital en un solo producto o portafolio de inversión.
- Las minusvalías son una oportunidad para invertir a bajo precio.
- Aprovechar las ventajas fiscales del ahorro del largo plazo.
KVS