Dentro de nuestro auto existe un sistema de ventilación el cual es capaz de nivelar la temperatura del habitáculo; también llamado clima, es utilizado sobre todo cuando se experimentan temperaturas extremas en el sitio donde residimos.
Existen zonas geográficas que sin estar muy al norte del hemisferio tienen la característica de tener climas muy fríos por la tarde noche y madrugada, pero también subir la temperatura a niveles de desiertos en donde el calor es insoportable.
Es por ello que este sistema tiene que funcionar a la perfección, puesto que los cristales de los autos también juegan un papel muy importante al estar la mayoría del tiempo cerrados.
Regular la temperatura de nuestro auto es algo muy importante, puesto que con los controles mecánicos o digitales podemos dejar una temperatura adecuada para que nuestro cuerpo se adapte. Sobre todo en la época de frío, la calefacción del coche vuelve a ganar protagonismo en los trayectos al trabajo, al recoger a los niños o en las escapadas de fin de semana.
El habitáculo de un vehículo debe estar a la temperatura adecuada para garantizar no sólo la comodidad de los ocupantes, sino también un óptimo manejo por parte del conductor.
El manejar con exceso de calor puede generar somnolencia al volante, por lo que es mejor tener una temperatura regulada a la baja para estar siempre atento en el camino. Por ello, se recomienda no abusar de la calefacción en el invierno.
El uso de la calefacción es importante, ya que nivela la temperatura en el interior y exterior del vehículo, evitando el empañamiento de los cristales.
Muchos de los conductores por desconocimiento, piensan que el utilizar la calefacción presume un incremento en el consumo de combustible. Lo cierto es que el uso de la calefacción tiene un impacto prácticamente nulo en el consumo de combustible.
¿Cómo funciona la calefacción?
El sistema de calefacción funciona con calor, principalmente el del motor, y se basa en el aprovechamiento de la energía térmica generada por el motor en marcha.
El motor de un vehículo en funcionamiento genera una gran cantidad de calor, el cual es neutralizado por el radiador de refrigeración. Cuando el líquido refrigerante pasa por los conductos del interior del motor se calienta para llegar al radiador, donde es enfriado a través de viento generado por el movimiento del coche o, en su defecto, por el ventilador.
El aire que pasa por los conductos de ventilación del coche es calentado gracias a las altas temperaturas alcanzadas, por lo que no se requiere un consumo de combustible suplementario. De hecho, la energía que calienta el aire de la calefacción se perdería en cualquier otro caso.
La calefacción la podemos utilizar cuando el motor alcance su temperatura ideal, que es cuando todo el sistema ya está caliente y ha circulado por todas las mangueras que están conectadas de alguna u otra forma al radiador.
La forma más eficiente para que se distribuya el calor de la calefacción en el interior del coche, es conectar el aire a la salida de los pies. Así el aire caliente tiende a subir, temperando el habitáculo de forma homogénea.
EVC