Hablar de dinero es algo que a nadie le gusta hacer y menos a los padres con sus hijos. La creencia de que los niños no deben preocuparse por el dinero, porque son niños, está tan arraigada en nuestra cultura que evitamos cualquier conversación de este tipo. Grave error.
Especialistas en finanzas personales recomiendan hablar de dinero con los hijos desde el momento en que pidan una moneda.
“Del mismo modo que aprendimos español o historia, la planeación financiera o finanzas personales deberían ser parte de la educación básica de un niño; lo aplicará desde que recibe una mesada hasta que es autosuficiente y percibe un salario fijo o emprende su propio negocio” comenta Kathy Quintero, vocera de Resuelve tu Deuda.
Aquí los cinco conceptos que los especialistas sugieren explicar y practicar con tus hijos.
El valor del dinero: Hasta una moneda de 10 pesos debe tener valor en casa. El niño debe ayudar en el hogar o participar en eventos extraescolares para recibir una recompensa por ello. Así el niño aprenderá a darle valor al dinero ganado por sus padres.
Presupuesto: Haz que tus hijos participen en la elaboración del presupuesto que se destina para ellos, aún cuando no sepan escribir. En un pizarrón o cuaderno anoten los gastos fijos y variables que lo incluyan, por ejemplo, su colegiatura, útiles, ropa o comida. No se trata de “echarles en cara” lo que gastas en ellos, se trata de que aprendan el valor del dinero y ponerse metas. Ésta es una excelente manera de evitar berrinches por no comprarles todo lo que piden.
Ahorro: Fijen una meta de ahorro ya sea para un nuevo juguete o hasta vacaciones familiares. Ésta debe estar ajustada a la edad del niño; mientras más pequeño sea la meta debe ser más sencilla de alcanzar e ir creciendo conforme él lo hace también.
Deudas: Las deudas no son malas, siempre y cuando se tomen con responsabilidad. Pueden ayudar a comprar un auto, una casa, muebles, etcétera. Enséñale todos los métodos de pago posibles y cómo los puede usar a su favor; lo grave que es no monitorear sus gastos a futuro.
Pon el ejemplo: Deja que los niños aprendan de sus mejores maestros: sus padres.