Comunidades oaxaqueñas logran tener acceso a energía renovable

Con el programa Luces de Esperanza de Iberdrola México, 195 viviendas y cerca de 800 personas de municipios de San Pedro Pochutla, Matías Romero y San Juan Guichicovi cuentan con energía solar

Alejandra García
Ciudad de México /

La oaxaqueña Natalia Ramírez sonríe mientras observa los paneles solares que, instalados en su vivienda, han cambiado su vida y la de sus padres de muchas maneras.

"Ahora ya pueden comprar otras cosas. Lo que gastaban antes en la luz, ahora lo gastan en ellos mismos. Pero con el panel solar están más contentos porque pueden convivir los dos más tiempo”, explicó Natalia, que lleva toda la vida viviendo en la comunidad de Río del Sol, en el municipio de San Juan Guichicovi.

Iberdrola México lleva luz eléctrica a comunidades de Oaxaca con el proyecto Luces de Esperanza, el cual comenzó en 2019 con una primera etapa realizada en la Huasteca Potosina.

En una primera fase se benefició a 95 viviendas en San Pedro Pochutla, Oaxaca, mientras que en la segunda fase se beneficiaron a 100 viviendas de Matías Romero y San Juan Guichicovi.

Con este programa, que desarrolla en alianza con Iluméxico, se buscan satisfacer las necesidades energéticas de las comunidades que no gozan de este servicio.

En una segunda etapa “son 100 viviendas con más de 400 personas beneficiadas que pueden mejorar sus condiciones de vida”, comentó Binissa Ríos Reyes, del área de gestión de activos de Iberdrola México.

Por su parte, Marisol del Campo Martínez, directora Comercial de Iluméxico, explicó: “Por lo regular las zonas a donde llegamos son de difícil acceso, aisladas, dispersas, por lo que extender la red eléctrica no es económicamente viable”.

Diagnóstico Comunitario

La metodología trabajada se basa en un diagnóstico comunitario a las familias para atender sus necesidades energéticas y también saber sus aspiraciones a futuro, explicó Del Campo: “Es una solución tecnológica que se ajusta a las necesidades de las comunidades”.

El sistema instalado en los hogares permite monitorear la energía que se está consumiendo. Con esto cada uno de sus habitantes sabrá la cantidad de energía que utiliza y cómo organizarse.

Este sistema solar aislado proporciona 1.5 kW hora al día de electricidad para cuatro focos de bajo consumo y energía para usar electrodomésticos como un pequeño refrigerador o un televisor. Además permite cargar el celular entre otros aparatos.

Estos sistemas cuentan con una batería que tiene unos 5 años de vida útil y que, al cumplir el plazo y terminar su función, es reemplazada en dos ocasiones por Iberdrola México sin ningún costo para las familias.

En esta segunda etapa en Oaxaca, que contempla los municipios de Matías Romero y San Juan Guichicovi, se han invertido 6,7 millones de pesos para que las viviendas cuenten con sus respectivos sistemas solares.

Los habitantes de la región destacaron la reducción de los gastos en pilas para linternas o lámparas de petróleo para iluminarse de noche como factores que beneficiarán y les permitirán destinar esos gastos en alimentación y ropa. Además de administrar mejor su día.

Es el caso de la familia Ramírez Beltrán, residentes originarios de la comunidad de Río del Sol en San Juan Guichicovi, que es conformada por una pareja de adultos mayores que vive con su hija Natalia y cuya casa colinda con la de su hijo Cándido.

“Ya no nos preocupamos porque haya luz. Con luz hay más cosas que hacer en la noche, como escuchar música o estar en familia y ver la televisión. Por eso agradezco esta ayuda”, expresó Cándido Ramírez.

Uno de los principales cambios para las personas del lugar fue replantear sus rutinas cotidianas, debido a la dependencia que tenían de la luz solar para realizar sus actividades. El trabajo en el campo, las labores domésticas o en el taller para bordar son consideradas ocupaciones que en la actualidad pueden llevar a cabo sin inconveniente cuando oscurece.

Así sucede con doña Elvia Leonardo Bartolo y Rosalino Isidro Guillermo, un matrimonio que lleva toda su vida radicando en el mismo poblado y, como muchos habitantes de la región, solo hablan mixe.

“En otros años nos daba un poco de miedo porque era pura oscuridad en la noche. Ahora nos sentimos con más confianza para salir y visitar a los vecinos. Ya nos podemos dormir un poco más tarde y tener más tiempo para hacer nuestras cosas”, relató Rosalino.

Además de realizar las instalación de los paneles solares, Iberdrola México realiza un acompañamiento a los beneficiarios y residentes de la región a través de talleres donde se explica el uso, manejo y cuidado de los paneles, así como también de educación ambiental para crear conciencia sobre las energías renovables. Estos espacios se organizan con la finalidad de que el apoyo sea integral.

“Acudir a las sesiones y pláticas informativas nos ayudó a tener más seguridad y tranquilidad como comunidad”, concluyó Guillermo. 


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