Las empresas constructoras del norte de México resintieron la baja en ingresos durante el 2022, reportada por la CMIC en un 15 por ciento, al continuar la ministración de recursos para obras del gobierno federal aunque con mayor participación de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y hace a un lado a las compañías formales afiliadas al organismo.
Jesus Abud Saldivar, vicepresidente Nacional de Infraestructura Hídrica y Medio Ambiente, mencionó que las decisiones de la actual administración en otorgarle proyectos de infraestructura a las fuerzas armadas se refleja en valor de producción de los negocios del ramo, todavía contraído luego de los efectos de la pandemia del covid-19.
En Estados como Nuevo León y Coahuila se da este impacto, mientras en Tamaulipas sí bien registra una ligera recuperación al tercer trimestre, está muy lejos de los niveles obtenidos tan sólo en el 2019.
“A nivel general, como país, aproximadamente el 15 por ciento arrastramos una caída en el valor de la producción, marcado hacia el norte del país. Tamaulipas está en un nivel promedio no es tan evidente esa disminución, pero si tiene una pequeña reducción”, mencionó el constructor.
Particularmente los estados de Coahuila y Nuevo León, no hay signos de recuperación en el sector hasta septiembre del 2022, en márgenes que van del 31 y 9 por ciento de reducción en la actividad de forma respectiva. El resto todavía está en niveles positivos, aunque lejos del ritmo de un par de años atrás. Esto es consecuencia de las políticas públicas implementadas por el gobierno federal
“Las empresas privadas son quienes le pueden dar la garantía de generar un desarrollo, no son las fuerzas armadas, ellos tienen otra función, pero no hemos logrado coincidir con la Federación y este ha sido un factor que hoy, da como resultado que nuestro nivel de facturación disminuya”, concluyó Abud Saldívar.