Continúa la disputa de Donald Trump y Richard Trumka

FT Mercados

El jefe del sindicato AFL-CIO de EU busca modificar disposiciones claves en el T-MEC, mientras Donald Trump presiona al Congreso para su aprobación.

Donald Trump quiere pregonar el tratado como una victoria en su campaña de reelección de 2020.
Demetri Sevastopulo y James Politi
Ciudad de México /

Cuando Donald Trump presiona al Congreso para que apruebe su acuerdo comercial con Canadá y México, se enfrenta a una fuerte oposición por parte de Richard Trumka, el jefe de la federación laboral AFL-CIO (Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, por sus siglas en inglés).

Trumka es el jefe sindical más poderoso de Estados Unidos (EU), con 12.5 millones de miembros en 55 sindicatos. El jueves pasado, le advirtió a la Casa Blanca que cualquier intento del gobierno de forzar una votación sobre el T-MEC hundiría el acuerdo.

Trump quiere pregonar el tratado como una victoria en su campaña de reelección de 2020, después de que la revocación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) fuera un aspecto central en su carrera presidencial de 2016. Trumka quiere que se modifiquen disposiciones clave.


“Sin el apoyo del movimiento laboral en EU, México y Canadá, el nuevo T-MEC tendrá el mismo destino que el TPP”, dijo Trumka, refiriéndose al acuerdo comercial de la Asociación Transpacífico.

Durante el verano, el líder sindical realizó una gira por los estados de Ohio, Michigan y Pensilvania, para convencer a los trabajadores de que rechacen el acuerdo trilateral.

 “Es importante que el Congreso escuche de ustedes…. cuando escuchan a la gente en casa, es una gran diferencia”, dijo Trumka a los trabajadores del sector automotriz en Detroit.

El T-MEC conserva la arquitectura básica del TLCAN. Incluye actualizaciones clave como el comercio digital y la reducción de barreras para el comercio agrícola. Sin embargo, también contempla reglas más estrictas para las exportaciones de automóviles libres de aranceles desde Canadá y México hacia EU, entre ellas el requisito de un salario más alto.

Cuando Trump firmó el T-MEC en noviembre, la Casa Blanca pensó que obtendría una aprobación rápida dada la falta de simpatía hacia el TLCAN entre los demócratas. Asegurar que se apruebe ha sido más difícil de lo que se esperaba.

Sin embargo, el liderazgo demócrata enfrenta cierta resistencia. Mientras que algunos demócratas quieren evitar darle una victoria antes de las elecciones de 2020 a Trump, otros dicen que permitir una votación es importante para ayudar a los miembros del partido que buscan la reelección en distritos conservadores.

Mientras tanto, los defensores del T-MEC en la comunidad empresarial ya intensificaron el cabildeo, con el argumento de que el acuerdo es una actualización importante para el TLCAN.

 Trumka dijo el jueves pasado que “quiere llegar a un sí” sobre el sucesor del TLCAN. Sin embargo, planea viajar a México esta semana para reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador, con quien discutirá sus preocupaciones de que México no tiene la capacidad de hacer cumplir las partes clave del acuerdo.




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