En 2020, la cuenta corriente de la balanza de pagos registró un superávit de 26 mil 571 millones de dólares, monto que representa 2.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el mayor superávit reportado desde 1983, y que contrasta con el déficit de 0.3 por ciento del PIB observado en 2019, informó el Banco de México (Banxico).
De acuerdo con el organismo central, el aumento del saldo de la cuenta corriente en 2020, respecto de 2019 se originó, principalmente, de la importante ampliación del superávit de la balanza de mercancías no petroleras, aunque los mayores ingresos por remesas también contribuyeron a este resultado.
Explicó que los resultados de la cuenta corriente de la balanza de pagos se dieron en un contexto en el que durante 2020, la economía mundial enfrentó un entorno de choques significativos y de elevada incertidumbre, debido, primordialmente, a las afectaciones generadas por la pandemia del covid-19 y las medidas implementadas para contener su propagación.
El Banxico añadió que ante este entorno adverso y volátil, la actividad económica, la inflación y las condiciones financieras en el país se vieron afectadas de una manera significativa, aunque la actividad económica mundial mostró cierta recuperación en el segundo semestre de ese año, esta se dio a un ritmo moderado y diferenciado entre países y sectores.
Salida de recursos por 21 mil 343 mdd
En la cuenta financiera de la balanza de pagos se presentó un préstamo neto al resto del mundo que implicó una salida de recursos por 21 mil 343 millones de dólares, incluyendo un aumento de los activos de reserva por 11 mil 990 millones de dólares, con esto, el renglón de errores y omisiones exhibió un flujo negativo por 5 mil 197 millones de dólares.
El Banxico refirió que en 2020, el saldo agregado de la cuenta financiera significó un importante préstamo neto de México al resto del mundo, derivado del comportamiento de la inversión de cartera, del rubro de otra inversión y de los activos de reserva, aunque la economía mexicana continuó captando recursos por concepto de inversión directa.
Detalló que a principios de 2020, la propagación global del covid-19 ocasionó un deterioro significativo de las condiciones financieras globales y un incremento considerable en la aversión al riesgo global; no obstante, durante la segunda mitad de 2020 los mercados financieros presentaron un comportamiento positivo y, aunque estuvieron sujetos a episodios de volatilidad, estos fueron más acotados que los registrados en marzo y abril.
MRA