Precios de productos para el altar de muertos se estabilizan; pan encarece por frente frío

Un sondeo que realiza el CIE de la Facultad de Economía de la UANL indica que este año los incrementos respondieron más a la oferta y demanda, ya no a la presión inflacionaria

Cuatro arreglos de flor de cempasúchil se vende en 157.29 pesos su variación de un año a otro fue de 1 por ciento. Foto: Especial
Esther Herrera
Monterrey, Nuevo León /

Pese a que los precios de los productos que se utilizan para el altar de muertos siguen al alza, el incremento en este año ya no fue de doble dígito, sino de un solo dígito, dijo Edgar Luna, director del Centro de Investigaciones Económicas (CIE) de la Facultad de Economía de la UANL.

El especialista comentó que a diferencia de otros años, la presión inflacionaria que se traía se ha disipado y los incrementos corresponden más a la oferta y demanda y la temporada en sí

Pan de muerto, el aumento más considerable

Por ejemplo, dos piezas de papel picado su precio promedio ronda los 76.02 pesos, un decremento del 13 por ciento con respecto al 2022. Cuatro arreglos de flor de cempasúchil se vende en 157.29 pesos su variación de un año a otro fue de 1 por ciento.

La veladora tiene un precio de 30.63 pesos un alza del 3 por ciento con respecto al 2022. Cuatro piezas de pan de muerto tiene un costo en promedio de 56.16 pesos un aumento del 9 por ciento y tres calaveritas fue de 64.63 pesos un incremento de 1 por ciento.

El director del CIE explicó que estos precios dan una señal favorable.

“Estamos convergiendo al objetivo del Banco de México de reducir la inflación a un 3 por ciento, estos incrementos (de precios de productos para el altar de muertos) ya no tengan que ver con estas presiones inflacionarias que prevalecieron durante los últimos dos años, probablemente ya responden más a la oferta y demanda del mercado de esos productos”, señaló.

E incluso, dijo que el caso específico del pan de muerto el precio respondió más a la demanda por el frente frío que entró a la región desde días pasados.

“Es decir, correspondió más al pronóstico del frío y la gente demandó más este producto y por la temporada”, enfatizó el economista.

Recordó que todavía el año pasado estos mismos productos registraron incrementos de doble dígito de casi un 18 por ciento o más, lo que mostraba la inercia inflacionaria.

Sobre todo porque algunos de estos productos provenían de China y traían no solo el efecto inflacionario sino también el problema en las cadenas de suministro lo que provocó el encarecimiento.

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