Si bien la propuesta de reducción del Presupuesto 2020 para el campo cayó como “patada en el estómago” a los productores, el problema es aún más grave porque los costos de producción de leche seguirán más elevados que el precio al que compra el gobierno.
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“Ese es el agravante para los pequeños productores de leche del país”, argumentó el dirigente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, Álvaro González Muñoz.
En la propuesta del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) se planteó un gasto de 46 mil 253 millones de pesos para ejercer a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
Dicho monto representa una baja de casi 20 mil millones de pesos que los 65 mil 434 millones aprobados para este 2019.
González Muñoz lamentó “la insensibilidad del gobierno federal y de los legisladores por la baja asignación de recursos fiscales para el campo en general y, de manera particular, para el sector ganadero especializado en producción de leche y sus derivados”.
La mayoría de los mexicanos están de acuerdo en que los alimentos están por encima de otros intereses económicos, externó el dirigente del sector agrícola en un comunicado.
“Lo importante es que tengamos el estómago lleno y que nuestros hijos aprovechen oportunidades de estudio y desarrollo físico y mental para enfrentar la vida en los tiempos por venir. Sentimos que estos principios no sean compartidos por el actual gobierno”.
El directivo dijo que las grandes industrias, tanto nacionales como extranjeras, están “muy alarmadas” por la reducción de los recursos fiscales, pero estaban acostumbradas a ser beneficiarias de importaciones de leche adulterada y, de tratarse de leche en polvo, pues es de segunda o tercera calidad porque llega descremada y sin los ingredientes naturales como los de líquido nacional.
De acuerdo con González Muñoz, del extranjero llega todo tipo de leche adulterada, como sucede con las “fórmulas lácteas”, porque se les han agregado vitaminas, minerales y proteínas. “Eso, aquí y en China, es adulteración”.
JAR