La pandemia de covid-19 llevó a que cerraran 15 por ciento de los 222 mil establecimientos legalmente establecidos dedicados a la belleza, como salas de belleza, peluquerías, estéticas, barberías, cabinas de faciales, corporales, spas, negocios para el cuidado estético de uñas y pies, depilación, aplicación de pestañas, extensiones de cabello y toda la gama que tiene que ver con micropigmentación, maquillaje, esto de acuerdo con la Cámara Mexicana de la Industria del Embellecimiento Físico (Camief).
Según el organismo, este sector contribuye con el 2.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y genera más de 500 mil empleos de manera directa y 500 mil de indirecta, concentrándose esta actividad económica en estados como Nuevo León, Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Jalisco y Guanajuato.
“Antes de la pandemia el sector mantenía un crecimiento del 6 por ciento, pero ahora las expectativas son de 2 por ciento a nivel nacional”, comentó Alina Escobar, Show Director de Expo Beatuty Show, el evento de belleza más grande de belleza en Latinoamérica.
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Entre los problemas que vislumbró el sector con la emergencia sanitaria se encuentran las rentas de establecimientos, pues expusieron que algunos sobrellevaron el primero y segundo mes, y negociaron bajar la renta, incluso hasta un 50 por ciento, sin embargo, ya para el tercer mes fue muy complicado y fue cuando muchos empleados decidieron salir a ofrecer servicio a domicilio, aumentando con ello el negocio informal.
“Si bien ya teníamos en el mercado un 50 por ciento de negocios informales, ahora con la pandemia podemos decir que se ha incrementado hasta el 60 por ciento, dijo Rocío de Muriedas, directora gneral de la Camief.
Agregó que uno de los retos para la industria es el de la digitalización, ya que la mayoría de los propietarios no tienen el conocimiento de manejo de redes sociales, e-commerce, lo que dijo, sucede mucho en los establecimientos manejados por personas arriba de los 45 a 50 años o que tenían muchos años con su negocio, pero desconocen las nuevas tecnologías y tendrán que hacerlo si quieren sobrevivir.
IM