Para lograr mayor alcance e incorporar mejor tecnología, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) realizó varias modificaciones al plan maestro del Tren Maya, con lo que esperan robustecer una de las obras emblemáticas de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
En entrevista con MILENIO, Rogelio Jiménez Pons, director general de Fonatur, informó que al inicio no se había planteado que el tren fuera de doble vía; sin embargo, ahora la mitad del recorrido total tiene este esquema, y además casi 50 por ciento será eléctrico.
Estos cambios aumentaron la inversión que se realizará, pues su costo total será superior en 33 por ciento, en comparación con el presupuesto original, señaló el directivo, pero aclaró que a pesar de esto se tiene espacio y alcance para que todo la obra se construya ciento por ciento con recursos públicos.
El costo total “estimamos que aproximadamente esté por arriba de los 200 mil millones de pesos”, pero dijo que “no es que salga más caro por aspectos mínimos, sino porque el proyecto tendrá un mejor y mayor alcance”.
Reiteró que sí hay presupuesto público y que sí alcanza, porque con el combate a la corrupción se ha ido liberando mucho dinero y el Tren Maya, al ser un proyecto prioritario, se le da la importancia necesaria.
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Jiménez Pons consideró que la estrategia del gobierno federal contra la corrupción ha funcionado, que se han podido sacar muchos recursos que se han usado en otras obras que se tienen a lo largo del país.
“Se están liberando recursos públicos, cada vez hay más ahorro y las aspectos macro económicos del país se encuentran bien”, afirmó el director general de Fonatur.
Informó que a pesar de estos cambios, la fecha de entrega y puesta en marcha el Tren Maya sigue siendo diciembre de 2023, “tenemos que terminar a como dé lugar”.
El Tren Maya tiene una extensión de mil 500 kilómetros y conectará a los cinco estados del sureste: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, que tienen principalmente una vocación turística y agroalimentaria.
Paro por covid-19
El directivo recordó que la pandemia detuvo la construcción del proyecto, como muchas otras actividades económicas, lo que retrasó las obras, pero buscarán reponer ese tiempo este año.
Aclaró que si bien el que sea la mitad eléctrico subirá la inversión al principio, en el largo plazo habrá ahorros, ya que su mantenimiento es más económico.
Según los planes de construcción de Fonatur, en los tramos Mérida-Cancún-Chetumal, que representa 40 por ciento del total del proyecto ferroviario, se usará un sistema dual con trenes híbridos (diésel-eléctrico) y eléctricos.
Jiménez Pons añadió que otras situaciones que generaron el incremento en el proyecto son los cambios en las vías, debido a descubrimientos arqueológicos y otros temas técnicos.
Por ejemplo, comentó, en Campeche se encontró toda una ciudad prehispánica nueva, del tamaño de la zona arqueológica de Palenque, por lo que ya no se podrá pasar a ras de suelo sino que ahora tendrán que construir un viaducto (tren elevado).
El tramo de Cancún a Tulum será igualmente elevado, con casi 48 kilómetros; “es como la carretera México-Cuernavaca, pero doble piso”, aclaró Jiménez Pons.
Ha habido aumento de alcances, no es que salga más caro porque las cosas salen más cara, es normal, algo que pasa en los proyectos de esta envergadura, detalló el funcionario.
Señaló que Fonatur edifica cuatro carreteras relacionadas al proyecto ferroviario, pero están buscando la forma que esto no incida en el costo total.
Un objetivo de esta obra de infraestructura es reactivar la economía del sureste del país, pues ahí 7.3 millones de personas están en situación de pobreza.